Hundido entre los Andes peruanos, el Valle Sagrado de los Incas ofrece uno de los escenarios naturales más increíbles del
.es ideal para quienes no planean escalar, pero quieren alcanzar las vistas que los más aventureros disfrutan al subir la . Y aunque ofrece una experiencia de máximo descanso, sí requiere cierta actividad, porque para llegar hay que elegir entre un puente colgante o una tirolesa y luego entrar a la cápsula por la escotilla del techo.
Las cabinas están hechas de policarbonato transparente y aluminio aeroespacial de alta resistencia. Esto no solo asegura su estabilidad, sino que protege del frío y del calo, aunque no de los rayos de sol.
El
reúne tres cápsulas de siete metros de largo por casi tres de ancho; cada una con camas para cuatro personas, un comedor y baño. Hay, además, un cuarto espacio con una plataforma al aire libre, que funciona como espacio común para todos los .Para poder dormir aquí, deberás llevar
cómoda de senderismo y una mochila pequeña y ligera –el resto del equipaje puedes dejarlo en las oficinas de Urubamba, para recibirlas al otro día, cuando desciendas.