Conoce el tequila artesanal que ha ganado premios de diseño
La recuperación de procesos artesanales en un tequila que reflejara la grandeza de México y la riqueza de su historia era el objetivo de Juan Carlos Canales, CEO de Tequila El Águila, marca dirigida a quienes reconocen y aprecian la delicadeza en el sabor que puede alcanzar este destilado. En dos presentaciones, el reposado presenta notas de madera, mientras que el blanco es más herbal, con acentos cítricos y de frutos verdes.
Los detalles que caracterizan a este tequila se aprecian no únicamente en su proceso de producción, sino también en la etiqueta, que ha ganado dos premios de diseño, uno en México y otro a nivel América Latina. Está inspirada en los billetes y los títulos accionarios mineros de finales del siglo XIX.
“Fue una época de oro en la que México estaba en un auge económico importante y se encontraba muy posicionado a nivel mundial. Hubo grandes desarrollos e inversiones. Nosotros buscamos proyectar ese México de vanguardia y progreso, así como el orgullo de mostrar lo que somos. Tenemos excelentes productos y éste viene a sumarse a esta tendencia de lo bien hecho”, explica Juan Carlos.
El tequila, del que se prevén ediciones especiales, ofrece al paladar un perfil de sabor distintivo, que es el resultado de un cuidadoso proceso de producción que inicia en los campos, cuando el agave ya tiene una madurez de entre 8 y 10 años, tras lo cual se jima y se mete a hornos de mampostería, lo que lo diferencia de otros tequilas, en los que se utiliza un autoclave de alta presión. En mampostería, el cocimiento es tardado, pero otorga un sabor más rico y dulce.
“Es la parte artesanal que seguimos conservando. Una vez cocido el agave, pasa a las prensas, luego a la fermentación y destilación. En el caso del blanco, de ahí se va directo a botella; en el reposado, se deja cinco meses en barrica”, explica.
Juan Carlos señala que, en México, el tequila constituye la categoría más vendida de destilados, con casi el 40% del mercado. De esta cifra, el 80% que se consume es reposado, si bien el blanco está creciendo. Aunque su favorito es este último por su sabor suave y herbal, considera que las dos presentaciones de El Águila tienen todas las cualidades para que la firma destaque a nivel internacional.
“Le apostamos a la exportación porque es un producto fuerte que representa a México. Cuando nos planteamos el proyecto, asumimos que nuestro tequila tenía que ser excepcional. Contratamos a unos catadores expertos en tequila y elegimos una destilería en Los Altos de Jalisco, en el Municipio de Jesús María. Hicimos tres catas a ciegas con consumidor y hasta que no ganara nuestro tequila no lo aprobamos. Todos estos detalles son importantes para lograr un producto del que estamos muy orgullosos”, asegura.
Con 19 años de experiencia en la industria, Juan Carlos tiene el objetivo de desarrollar un portafolio de marcas que se complementen y vayan dirigidas al mismo segmento. Actualmente, el ingeniero industrial también participa como socio del mezcal Contraluz, el único añejo cristalino que existe actualmente en el mercado. En el caso de El Águila, otro aspecto que distingue a este tequila, además del sabor, es su concepto.
“Los tequilas venían haciéndose más minimalistas, pero lo que nosotros quisimos hacer era un diseño que representara a México. El tequila tiene denominación de origen, sólo se puede producir en los Estados y municipios autorizados. Cuando sales al mundo, lo que quieres es un producto que ponga a México en un nivel de orgullo, capaz de competir con cualquier otra marca de destilados a nivel internacional”, puntualiza.
Además de su venta en restaurantes y bares, este tequila se puede adquirir en La Europea y City Market, aunque en breve se ampliarán los puntos de venta. El precio del blanco ronda los 430 pesos y el reposado tiene un costo de 480 pesos aproximadamente.