Conoce la firma de vinos del único Doctor mexicano en Enología
Crear una bodega boutique para elaborar vinos cuya calidad permitiera que no se les realizara ninguna modificación química era el sueño y el objetivo de Víctor Torres Alegre, el único mexicano con un Doctorado en Enología, otorgado por la Universidad de Bordeaux, Francia. En su tesis demostró, contradiciendo toda la bibliografía del momento, que los mejores vinos son los que se producen a una temperatura de 18°C, hecho que hoy constituye una acepción mundial.
Vinícola Torres Alegre es la consumación de este sueño personal y familiar que tiene como propósito elaborar el mejor vino boutique, tanto por su sabor como por la calidad registrada en cada fase del proceso de producción. Ganador de premios internacionales por los vinos realizados para reconocidas casas mexicanas, Víctor Torres encabeza este proyecto familiar, cuya producción anual ronda las 3,500 cajas de vino y donde cada integrante juega un papel determinante.
“El nombre de Torres Alegre es de gran relevancia en el mundo enológico y ahora vamos a estar en las cavas de City Market, lo que nos llena de orgullo porque tienen una selección de vinos impresionante. También estamos en los mejores restaurantes de México, como Pujol, Brasserie LIPP, Chapulín y Nexo”, revela Leonardo Torres, director general de la vinícola, wine maker e hijo de Víctor Torres.
La familia considera que el corazón de la vinícola, que se ubica en el Valle de Guadalupe, se encuentran en la pasión de hacer vino y el intentar hacerle justicia a la tierra y las vides mexicanas, razón por la que han decidido tomar el camino largo y enfocarse en el tema de la calidad.
“Esto significa que tenemos que tardar más tiempo en preparar nuestros vinos, pero queremos sacarlos al mercado una vez que están listos, no queremos que se nos imponga la parte comercial. Hay que ser pacientes porque como productores tenemos una gran responsabilidad de ofrecer vinos que estén terminados”, asegura Leonardo Torres.
La firma ofrece 10 etiquetas, además de ediciones especiales, agrupadas en las siguientes tres líneas:
- Del Viko. La línea joven y más accesible con vinos suaves, frescos, fáciles de tomar y versátiles. Un proyecto para paladares jóvenes y gente que no tiene tanta experiencia, pero que los más exigentes también pueden disfrutar.
- La Llave. Línea con la que la familia inició este proyecto en 2001, tiene una influencia grande de los vinos franceses. Ofrece un tinto y un blanco, que presentan gran complejidad aromática.
- Cru Garage. Vinos premium de los que sólo se producen alrededor de 150 cajas por añada, es decir, unas dos mil botellas de cada etiqueta. Para Leonardo Torres, “es el punto máximo donde nosotros exploramos los potenciales de expresión de los varietales que encontramos en nuestra tierra”.