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5 propósitos culinarios para el año en curso

En Madrid hay un restaurante con un platillo llamado: Rolex. Sin duda alguna debes probarlo en tu visita a la madre patria.
vie 10 febrero 2017 07:42 AM
BBQ Ribeye
BBQ Ribeye Gourmet
Italianni's
Grupo Alsea

Bueno pues como todo mundo en enero me propuse bajar de peso, hacer más ejercicio, ahorrar más, etc. Ya entrado febrero como es ahora, le empiezas a dar una forma más lúdica, y porque no, más hedonista a tus propósitos de año nuevo. Yo no fui la excepción, por ende aquí les van mis 5 propósitos culinarios de este 2017:

1) Buscar el taco perfecto
Así es, esto es una búsqueda incansable que va desde un puesto en la calle de Tacuba hasta el recién abierto omakase de tacos del nuevo Pujol. Me voy a comer todos los tacos de todos los sabores, todos los maíces y a final de 2017 voy a determinar cuál fue el mejor.

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2) Comerme un “Rolex”
Tengo la obsesión de probar este irresistible bocado del restaurante Sala de Despiece en Madrid llamado Rolex: un delicioso bocado de pancetta, trufa y foie con una yema sopleteada en tu plato metálico. Esto suena como el paraíso de los carnívoros, no puedo esperar para escapar a Madrid y dejar que mi colesterol se vaya felizmente al cielo.

3) Hacer un enfrentamiento de Perú vs. México
Tengo mucho respeto y cariño por mis amigos peruanos, por sus ceviches, sus papas y sus maíces (choclos como ellos los llaman) y de verdad disfruto su comida. El tema es que simplemente no puedo aceptar que Perú brille más que México en términos culinarios cuando con un solo platillo mexicano como nuestro delicioso mole tenemos más complejidad y sabores que toda la oferta culinaria de Perú. Todavía no tengo claro el formato ni cómo voy a organizar esta batalla campal por mostrar que la comida mexicana se lleva de calle a la peruana… pero los mantendré al tanto.

4) Volverme activista anti IEPS para el vino mexicano 
Como ya lo he confesado varias veces en esta columna, soy fan del vino mexicano.
El gran problema que veo cada día en las cartas de restaurantes por todo el país es que el vino mexicano a pesar de sus grandes sabores y atributos está muy poco presente. ¿La razón? El restaurantero nos dice que la relación precio-valor percibida es pobre para el comensal ya que le cuesta lo mismo que un gran francés o italiano. 

Y es verdad, los precios se acercan mucho al de buenos vinos europeos, sin embargo estos últimos no tienen el grandísimo beneficio de que cuando lo compras, ayudas a un empresario mexicano aguerrido que apostó por hacer vino. Tu dinerito se va a las arcas de algún Monsieur que no conoces ni conocerás. Bueno pero ¿cuál es la solución para que estos grandes vinos mexicanos nos llenen mucho más de orgullo y crezcan? Fácil, que el sentido nacionalista llegue a SHCP (probablemente le tenemos que mandar una buena cata al Srio. Meade) y nos ayuden a que sean los más fáciles de comprar y que los mexicanos consumamos nuestros grandes vinos.

5) Descubrir Australia y Nueva Zelanda
Una tierra donde los términos “orgánico”, “grass-fed”, “pesticide-free” “farm to table” no son utilizados porque son la norma, merece la pena una buena inmersión a sus ingredientes cárnicos, lácteos y vegetales y descubrir sus múltiples sabores ¡y sus vinos! Cierto, está lejísimos, y hemos oído muy poco de su cocina, pero habrá que hacerse tiempo en este 2017 para probar.

Bueno pues me espera un gran año, y los mantendré al tanto de su progreso; nos vemos a la próxima, ¡o comamos!

El Food Spy

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