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El trágico accidente que inspiró a Don McLean a escribir 'American Pie'

El 3 de febrero de 1959 murieron el pionero del rock Buddy Holly, el DJ the Big Bopper y Richie Valens en un accidente aéreo. Su muerte creó la mejor canción del siglo XX: "American Pie".
vie 03 febrero 2017 03:00 PM
American Pie
American Pie Buddy Holly, el DJ the Big Bopper y Richie Valens

Puedo imaginarme a Don McLean escribiendo, en medio de la congoja y, por qué no, con un vaso relleno de whisky a un lado, las siguientes líneas: “A long, long time ago. I can still remember how that music used to make me smile”, evocando aquellos momentos en que la música tenía ese efecto curativo.

Apurado, McLean, seguía anotando en un pedazo de papel y el whisky resbalándose por la garganta: “And I knew if I had my chance, that I could make those people dance and maybe they'd be happy for a while”, hasta llegar un punto en que su pulso temblaría y se quebraría en llanto al anotar las siguientes líneas: “But February made me shiver with every paper I'd deliver. Bad news on the doorstep. I couldn't take one more step. I can't remember if I cried. When I read about his widowed bride but something touched me deep inside... the day the music died”.

Don McLean no sabía que estaba escribiendo una de las mejores canciones del siglo XX, "American Pie", únicamente tomaba dictado del sombrío recuerdo de la noticia del 3 de febrero de 1959 que no sólo anunciaba el trágico accidente aéreo donde murieron el pionero del rock Buddy Holly, el DJ conocido como the Big Bopper y Richie Valens –uno de los primeros latinos del rock y autor de "La Bamba"– sino había algo abrumador y nefasto en ese evento que lo llevó a pensar en que la música había muerto.

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Era la pérdida de la inocencia, quizá, la que llevó a McLean escribir esa canción en 1971. Era el fin de un sueño, era la evocación del Verano del Amor de 1967, era la fragancia de la marihuana que McLean, llama como "dulce perfume", es el pastelito americano repleto de bendiciones que Valens, Booper y Holly habían colmado a McLean. El sueño había muerto, los ideales de los años 60 debían ser enterrados junto con los muertos de Vietnam, junto a los cuerpos del Sargento Pimineta y los restos calcinados de los tres reyes del rock & roll –Valens, Holly y Booper– que murieron precisamente un día como hoy, pero de 1959, hace 58 años y contando.

Y, entonces, pienso en McLean sujetando con una mano el vaso con el útimo sorbo de whisky y anotando las últimas líneas. "We started singing bye, bye, Miss American Pie Drove my Chevy to the levee but the levee was dry. Them good ole boys were drinking whiskey 'n rye. And singin' this'll be the day that I die. This'll be the day that I die".

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