La declaración de Simone Biles respecto a suspender su participación en Tokio 2020 por proteger su salud mental, hecho que levantó el velo de la situación emocional de importantes deportistas de élite.
Problemas de salud mental en los atletas de alto rendimiento
"Simone Biles se ha retirado de la competición final por equipos debido a un problema médico. Será evaluada diariamente para determinar la autorización médica para futuras competiciones".
Official statement: "Simone Biles has withdrawn from the team final competition due to a medical issue. She will be assessed daily to determine medical clearance for future competitions."
— USA Gymnastics (@USAGym) July 27, 2021
Thinking of you, Simone! pic.twitter.com/QA1GYHwWTv
Así fue como el pasado 27 de julio , el equipo de gimnasia de los Estados Unidos anunció por primera vez que algo no estaba bien con su competidora estrella, para sólo un día después explicar que la decisión de debía a un problema de salud mental.
Como era de esperarse, el comunicado generó opiniones encontradas en el mundo. Algunos aplaudieron a la gimnasta por priorizar su salud, por la valentía que implicó renunciar a un evento de carácter mundial como son los Juegos Olímpicos y por abrir el debate en torno a la condición mental, continuamente relegada por la física y más en el terreno deportivo; otros la señalaron como alguien incapaz de afrontar los grandes retos y la acusaron de falta de compromiso con su equipo.
El 34% de los atletas en activo padecen ansiedad o depresión, mientras que el 19% sufren de alcoholismo
Más allá de las opiniones personales, es un hecho innegable que lo hecho por Simon Biles ha servido para dar visibilidad a las presiones que aquejan a los deportistas sin distinción de disciplina y para recordarnos que el suyo no es un caso aislado. Un reciente estudio de The British Journal of Sports Medicine concluyó que el 34% de los atletas en activo padecen ansiedad o depresión, mientras que el 19% sufren de alcoholismo. Los males no siempre terminan con el retiro, pues en este caso las cifras son del 26% y del 16% respectivamente.
No menos relevante es el hecho de que este y otros estudios similares fueron realizados antes de la pandemia, por lo que se ignora el impacto que todo esto ha tenido en los atletas. Más allá de los problemas personales de cada individuo, el retraso en el certamen implicó un año más de entrenamiento, mientras que la ausencia de público es un continuo recordatorio de la anormalidad que nos aqueja. O como dijera la propia Biles, "han sido realmente estresantes estos Juegos Olímpicos […].Ha sido un año largo, así que hay muchas variables diferentes. Creo que estamos demasiado estresados. Deberíamos estar aquí divirtiéndonos".
Creo que estamos demasiado estresados. Deberíamos estar aquí divirtiéndonos
Si no se ha hablado más al respecto es porque muchos han preferido llevar sus problemas en absoluto secretismo como si de algo vergonzoso se tratara. Aquellos que se han atrevido a alzar la voz como es el caso de la gimnasta han sido puestos en la mira, lo que bien puede agravar sus condiciones en un mundo cada vez más mediático.
A continuación un recuento de otros atletas cuya salud mental ha sido puesta en juego ante las presiones del deporte.
Naomi Osaka
Sólo unas semanas antes de que Simone Biles se retirara de los Juegos Olímpicos por salud mental, Naomi Osaka hizo lo propio del Abierto de Francia celebrado en junio 2021 tras anunciar que había sufrido largos episodios de depresión desde que ganó su primer Grand Slam en 2018. La nipona anunció que se tomaría una pausa y manifestó sus esperanzas de que cualquier multa que le fuera impuesta por la organización del evento sería destinada a instituciones benéficas dedicadas a combatir estos padecimientos.
Estoy contenta de cómo jugué, de tomarme ese descanso que tuve
Su descanso fue breve, pues regresó para Tokio 2020 como abanderada de su delegación y como una de las mayores esperanzas de medalla para su país, pero la hazaña quedó inconclusa tras quedar eliminada en la tercera ronda. La atleta atribuyó su prematura caída a las presiones que le aquejan desde hace tiempo e incluso a la falta de ritmo tras la breve pausa, de la que –hay que decirlo— dijo no arrepentirse en absoluto: “estoy contenta de cómo jugué, de tomarme ese descanso que tuve”, reportó CNN .
Tony Hawk
Si Tony Hawk pudo estar presente en Tokio 2020, tal vez no como competidor sino como comentarista, fue en buena parte porque se percató de los problemas emocionales que le aquejaban. Una renuencia a aceptar su madurez, una dependencia a los analgésicos y una severa lesión sufrida en 2010 que le llevó a cuestionarlo todo. Todo esto, aunado a la naturaleza de la comunidad skater, le motivó a replantear su estilo de vida y los objetivos de su Tony Hawk Foundation –rebautizada en 2020 como The Skatepark Project– que busca promover al skateboard como una vía para contribuir a la salud mental al tratarse de una actividad que según encuestas es de gran ayuda para combatir el estrés .
El atleta retirado confía en que el debut de la patineta en los Juegos Olímpicos de 2020 contribuya a que este innovador deporte gane aún más popularidad, lo que invariablemente le permitiría ayudar a mejorar la salud mental de más personas en el mundo.
Michael Phelps
Es fácil recordar a Michael Phelps por sus glorias deportivas. Después de todo, se trata del atleta olímpico más laureado de la historia con 28 preseas. Quizá por ello fue tan sorprendente cuando el nadador aprovechó el documental de HBO titulado "The Weight of Gold" para recordar que su camino se vio obstaculizado por la depresión, que a su vez resultó en problemas de alcoholismo y en pensamientos suicidas que alcanzaron su punto más bajo en 2014 cuando estuvo cerca de abandonar toda esperanza. Afortunadamente no fue así, sino que buscó ayuda profesional para salir adelante.
Nadie es perfecto, así que sí, está bien no estar bien
Actualmente figura entre las personalidades que más apoyo han manifestado a Simone Biles tras recordar que “somos seres humanos, ¿verdad? Somos seres humanos. Nadie es perfecto, así que sí, está bien no estar bien. Está bien pasar por altibajos y montañas rusas emocionales. Pero creo que lo más importante es que todos necesitamos pedir ayuda a veces cuando pasamos por esos momentos […]. Llevamos mucho peso sobre nuestros hombros y es un reto, especialmente cuando tenemos las luces puestas en nosotros y todas estas expectativas que se nos echan encima”.
Novak Djokovic
El de Novak Djokovic es un caso particularmente curioso. Mientras el grueso de la comunidad olímpica manifestó su apoyo incondicional a Simone Biles, el tenista serbio aseguró que la presión enfrentada por la élite deportiva “Es un privilegio. Sin presión no habría deporte profesional. Si ansías ser el mejor en tu deporte debes aprender a hacer frente a la presión. Y cómo hacer frente a esos momentos en la pista, pero también fuera de ella”, declaró el balcánico .
Sin presión no habría deporte profesional. Si ansías ser el mejor en tu deporte debes aprender a hacer frente a la presión
Pero el tenista serbio que partía como favorito ante la ausencia de Roger Federer y Rafa Nadal no fue fiel a su palabra cuando perdió el encuentro por la medalla de bronce en Tokio 2020. En un evidente arranque de frustración, arrojó su raqueta contra un poste de la red y renunció a su duelo de dobles mixtos alegando una lesión en el hombro cuya veracidad fue puesta en duda. Estas reacciones suscitaron debates entre la comunidad general, pero también entre especialistas de la salud mental que cuestionaron su manera de gestionar la presión y las consecuencias de normalizar la competitividad extrema hasta llegar a la franca ira.
Ronaldo
Han pasado más de veinte años y lo sucedido con Ronaldo previo a la final de Francia 98 sigue figurando entre los grandes misterios deportivos de todos los tiempos: una convulsión ocurrida la noche anterior, su presencia en la alineación titular y toda clase de rumores en torno a la salud mental del futbolista. "Decidí descansar un poco después del almuerzo y lo último que recuerdo es irme a la cama", declaró en reciente entrevista . “Después de eso tuve una convulsión. Estaba rodeado de jugadores y el difunto Dr. Lidio Toledo estaba allí. No querían decirme lo que estaba pasando”.
Decidí descansar un poco después del almuerzo y lo último que recuerdo es irme a la cama
Aunque el brasileño aseguró que fue él quien insistió en jugar el encuentro –en su momento se especuló que alineó por presiones de los patrocinadores–, medios brasileños reiteraron hasta el cansancio que el deportista exhibió síntomas de depresión en la fase final de la competición, presuntamente por la presión en torno a su figura al tratarse de la gran estrella del certamen. El carioca nunca ha confirmado ni negado esto, y sólo se limitó a asegurar que “tenía un deber con mi país y no quería perdérmelo […]. Obviamente no fue uno de los mejores partidos de mi carrera, pero estaba allí para cumplir mi función”.