Como cada verano, en el
Las gradas están repletas, la emoción es la característica de este magno evento, pero en la edición actual hay un componente distinto. Las camisas de
, especialmente la de la , abundan en la galería de aficionados que se reúnen para corear el revés de o aplaudir el saque as de Juan Martín del Potro. La explicación es sencilla, a 2,500 kilómetros de distancia, en Rusia, se disputa la Copa del Mundo, y el combinado inglés está a una victoria de la final. No es para menos.Es común ver a los fanáticos del deporte blanco, en los asientos del
, revisando el teléfono celular y reaccionando con gritos y ademanes a la mitad de un punto importante. El Mundial se juega muy lejos, pero se vive como si las canchas de tenis fueran vecinas delPero ante la euforia de los aficionados que se encuentran en Londres para vivir
con el jersey de su selección enfundado, los organizadores del torneo difieren. Ellos no distinguen ningún vínculo entre Rusia 2018 y el tenis que se desarrolla en la capital inglesa.El jefe ejecutivo del club, Richard Lewis, dejó clara la postura: "No mostraremos futbol. No lo hemos hecho nunca y no lo haremos ahora. Esto es un torneo de tenis", y ante los cuestionamientos sobre el horario de la final individual varonil, que se empalmaría con la final de la Copa del Mundo, el domingo 15 de julio, Lewis agregó: "La final se jugará en la hora establecida, como siempre. Hemos vendido todas las entradas y todavía hay gente interesada. No hay ningún plan para cambiar nada".
Esa es la línea que los organizadores tienen clara, pero para los protagonistas del juego, como
, el Mundial sí importa. Y mucho.Luego de vencer en velocidad crucero a Jiri Vesely en tercera ronda, Rafael Nadal aceptó que su prisa, incluso aparente durante las entrevistas post partido, se debía a que estaba pensando en el partido mundialista que estaba por comenzar, Inglaterra vs. Suecia: "... ahora lo único que quiero es ir a ver el futbol", contestó tajante el español.
Pero, a pesar de la intención de
y a los jerseys que visten el All England Club, Wimbledon no se deja convencer por el torneo que une al mundo. El Mundial.