La nueva sala de American Express te hará feliz en el aeropuerto de la CDMX
La carta firmada por el chef Enrique Olvera, una selección de vinos bajo la mirada de la sommelier Sandra Fernández y la oferta de cócteles con el shake de Mica Rousseau. Centurion es el punto de encuentro y el Aeropuerto Internacional de México es la locación que acoge a esta exquisita mezcla.
Se trata de la nueva sala que American Express diseñó para sus clientes, con la intención –en palabras del mismo Rousseau- de decirles “Ponemos esto a tu disposición porque sabemos que pasa mucho tiempo fuera y queremos agradecer tu confianza”.
En la Terminal 2 se reúne el Zen Room, un cuarto ideal para descansar lejos del acelerado vaivén de los viajeros; el Sports Bar si lo que se desea es tomar un trago viendo un partido de la NFL, mientras se espera la hora para abordar; un spa y una cómoda sala para comer a la carta. Un espacio que, por el tiempo que implica cada escala, retraso o espera de vuelos, hace olvidar a sus huéspedes del lugar en el que se encuentran.
Huéspedes porque no se trata de clientes, explica Mica Rousseau. Dice que, desde que inició el proyecto, el objetivo era conseguir que las personas a su paso se sintieran como invitados. “Pensamos qué más podíamos hacer para que hacerlos sentir apreciados, reconocidos. Así que con Centurion decidimos crear un tailor made (hecho a la medida) para nuestros clientes".
"La gente que está aquí viaja mucho y, en consecuencia, pasa mucho tiempo lejos de casa. Nosotros buscamos ofrecerles un plus, algo que los haga sentir en casa. Se ve desde el mobiliario, madera, piel, piedras oscuras que te recuerdan a una chimenea y que, en conjunto, te hacen sentir abrazado. Todo está diseñado para ofrecerles una experiencia única”, señala.
Centurion también es el nombre del cocktail que Rousseau creó para compartir la sensación de lo que este espacio significa para él. “Es un cocktail que tiene carácter pero que, a la vez, es muy amigable. Elegante y cálido, sin ser pretensioso. Eso es Centurion. Aquí encuentras los mejores platillos, las mejores botellas de vino, la mejor decoración y, desde que entras te reciben con una sonrisa, preguntan tu nombre y te invitan a pasar. Es el buen gusto accesible para todos”, dice.
La carta de los alimentos ha sido elaborada por el chef Enrique Olvera, dueño de Pujol en Ciudad de México y Cosme en NY.