Los fetiches sexuales que más "encienden" a hombres y mujeres
Durante los últimos años de vida de Marilyn Monroe, según New York Daily News, la rubia presumía ya de su romance con el entonces presidente John F. Kennedy. Tanto le enorgullecía, que el libro El último año de Jack and Jackie asegura que existió una llamada de la actriz a Jackie Kennedy para confesarle la aventura.
Pero más allá de lo atractivo que puede resultar salir con el mandatario de un país, amigos cercanos a la actriz coinciden en que lo que más le excitaba, era escuchar al “Mr. President” susurrarle palabras sensuales al oído.
Y es que, fetiches hay cientos. Olores, lugares, prendas de ropa, colores, comida… you name it. Una de cada tres personas ha experimentado el deseo sexual provocado por un objeto o condición particular y, de acuerdo con la neurocientífica Debra W. Soh, existen alrededor de 549 parafilias.
Para los hombres, la ropa femenina es el fetiche que ostenta la corona. Un estudio realizado en la Universidad de L´Aquila en Italia, reveló que 32% de los hombres participantes se sentían excitados por los zapatos femeninos con tacón de aguja, mientras el 12% prefería centrar su atención en la ropa interior. ¿La razón? Muchos respondieron que estos dos tipos de prendas eran símbolos de la femineidad.
El fetichismo sucio o sploshing es otro de los más comunes en ambos sexos. Éste consiste en cubrir el cuerpo (propio o de la pareja) con sustancias como cremas, comida o pintura, y quienes lo practican aseguran que lo que más disfrutan es la sensación de tocar diferentes texturas y de interpretar que están haciendo algo “incorrecto” o contra las normas de conducta comunes.
Finalmente, según una investigación de la Universidad de Montreal, lo que más aumenta el deseo de una mujer, es el juego de sumisión; de ahí, el éxito de historias como 50 Shades of Gray. La diferencia entre ambos sexos, es que el género femenino muchas veces prefiere que estas fantasías queden sólo como eso, sin llegar a concretarse; por supuesto, con excepciones como Marilyn Monroe.