5 cosas que no sabías de JW Blue
Algunos prefieren tomarlo a solas. Se dice que el whisky es introspectivo, a diferencia del champagne que es festivo. El whisky te lleva a momentos de interiorización y reflexión, de disfrute pleno a solas para paladear su complejidad y añejamiento. Otros lo prefieren en la terraza de un gran restaurant, como digestivo, después de una comida fastuosa, como broche de oro después de cerrar un buen negocio. Otros lo prefieren compartir con los amigos, acompañados de un buen puro, mientras la tarde se va en una charla.
Y es que un gran whisky merece también disfrutarse en un gran momento, ya sea solos o acompañados. En realidad, no existe una forma correcta o errada de beber whisky, sin embargo hay algunas técnicas que permiten entender mejor la complejidad de elementos que lo componen, de los sabores y el tiempo de añejamiento que pueden hacer tu experiencia más placentera. En especial si es uno tan único como un Johnnie Walker Blue Label.
Creado por el maestro mezclador Jim Beveridgel, en homenaje al primer whisky de la casa Walker, el Old Highland Whisky, creado en 1867 por el fundador de la casa: Alexander Walker, que se ha convertido en una de las más prestigiosas de Escocia. El JW Blue (como le dicen cariñosamente sus fieles y antiguos consumidores), es una remembranza de los whiskies del siglo XIX, y la finalidad es lograr un concepto de excepcional rareza.
Por ello es importante entender sus elementos para disfrutarlo correctamente y entender por qué únicamente 1 de cada 10,000 barricas contienen whiskys de suficiente carácter para obtener el sabor distintivo y notablemente suave de un JW Blue.
1. El linaje del maestro mezclador:
Jim Beverridgel es el actual master blender de la casa Johnnie Walker, y viene de un linaje de más de 200 años de tradición. Desde 1820, en que Johnnie Walker abrió su primera tienda, en Reino Unido han pasado más reyes y reinas gobernándolo que Master Blenders de Johnnie Walker.
Por ello, él es el encargado de seleccionar personalmente los mejores whiskys para JW Blue, que rompe esquemas, pues rompe la regla de oro que antiguamente dominaba de sólo whiskys viejos para darle elegancia o sólo whiskys jóvenes para darle poder: aquí se la la combinación de la juventud con la experiencia, pues está compuesto de whiskies relativamente jóvenes, que proporciona a la mezcla fuerza, carácter e intensidad. Pero también hay whiskies más antiguos, de más de 30 años de añejamiento; estos aportan elegancia, complejidad y redondez.
Su nariz es tan valiosa que hoy en día hay una efigie suya de mármol en el Whisky Hall of fame.
2. El color
El color en los whiskys viene principalmente del tipo de barrica en el que reposó. Por su mezcla de whiskys de distintos añejamientos, el color de JW Blue es de una profundidad que puede describirse como ámbar oscuro. Lo anterior se debe a que los líquidos escogidos reposaron previamente en barricas que almacenaron vino de jerez (la mayoría de otros whiskys reposan en barricas de bourbon), lo que le da sus matices opacos y oscuros muy parecidos a los del ámbar.
3. El aroma y el sabor
El aroma y el sabor de Johnnie Walker Blue Label es fascinantemente complejo. Por ello recomendamos tomarse el tiempo para descubrir las sensaciones y aromas que evoca. Lo importante es que un buen whisky trae a tu memoria una variedad de esencias que has experimentado antes. Esto será una experiencia enteramente personal, pero puede volverse muy divertido, compartir con otros esas percepciones.
Sin embargo la nota de cata de JW Blue, se caracteriza por su intenso aroma a maderas y cuero viejo, con un equilibrio bien balanceado con sabores dulces que recuerdan miel y avellanas tostadas e incluso, notas sutilísimas de pétalos de rosas, jeréz y escencia de naranja.
4. El perfect serve
En esto suele haber mucha polémica, sin embargo, el master blender recomienda degustarlo con la boca fría. Para ello se recomienda tener dos vasos old fashion a la mano. JW Blue Label hizo una edición especial hecha de cristal escoces con una base cuadrada que recuerda a la botella y con un gramaje de 400 gr. Este peso es importante porque simboliza la presencia del líquido, su consistencia, complejidad y fuerza.
El primer vaso se llena con hielos y se rellena con agua hasta cubrir los hielos. Lo importante es tomar el agua para limpiar el paladar y refrescarlo para prepararlo para las notas del whisky. Al tener esta sensación de frío en la boca estarás listo para el primer trago.
La temperatura del whisky es muy importante. La recomendación es tomarlo a temperatura ambiente, servido en el segundo vaso old fashion y con la medida de dos dedos de tu mano tomándolo desde la base. Agregar una o dos gotas de agua destilada para que exploten los aromas y listo. A disfrutar la explosión y complejidad de sabor de JW Blue.
Hay algunos que también lo prefieren un poco más frío. Para ello se recomienda agregar un solo hielo de buen tamaño (así se derretirá más lentamente) y lo más puro posible (es decir, hecho con agua filtrada, purificada y lo más neutra posible, libre de sodio para que sea totalmente insípido). Después de que el líquido se haya refrescado un poco, re recomienda retirar el hielo con unas pinzas y desecharlo.
5. El Gozo
Después de refrescar tu boca y dar el primer sorbo, comienza el goce total de seguir descubriendo la complejidad que permanece en boca después de cada sorbo. Recomendamos continuar alternando el agua fría con un trago de JW Blue para liberar por completo la fascinante complejidad de sus sabores, cuerpo y estructura. Y, sobre todo, recomendamos tiempo, el tiempo necesario, para disfrutarlo y descubrir su sinfonía de sabores. ¡Que el placer no cese en este disfrute de un whisky tan elegante y sofisticado!.