"Es un día de gran tristeza para toda nuestra familia, Pierre Cardin ya no está. El gran diseñador de moda que fue, atravesó el siglo, dejando a Francia y al mundo un legado artístico único en el mundo, pero no sólo" eso, escribe su familia en un comunicado.
"Estamos orgullosos de su tenaz ambición y de la audacia que demostró a lo largo de su vida. Hombre moderno con múltiples talentos y una energía inagotable, se involucró muy pronto en los flujos de la globalización de bienes y el comercio", continúa el texto.
Pierre Cardin abrió antes que muchos otros un 'rincón' en un gran almacén e hizo desfilar a hombres. También adoptó un sistema de licencias a gran escala que le aseguraba una difusión en el mundo entero, estampando su nombre en productos tan variados como corbatas, cigarrillos, perfumes o agua mineral.
"Mi objetivo era la calle, que mi nombre y mis creaciones estén en la calle. Las celebridades, las princesas... Eso no era lo mío. Los respetaba, cenaba con ellos, pero no los veía en mis vestidos", decía.
"Pierre Cardin era un hombre sin dudas extraordinario. Para él, la creación no tenía compartimentos, ni fronteras entre la moda, el diseño o la arquitectura. Un soplo que impulsó mi imaginario", subrayó el modisto Jean-Charles de Castelbajac, director artístico de Benetton.