Black is King es el álbum musical que Beyoncé realizó como tributo a las familias afroamericanas y como una referencia a una de las películas más influyentes y memorables de Disney, The Lion King. Ahora lo puedes ver en la nueva plataforma Disney +. El ciclo de la vida y las tradiciones de estas familias fueron inspiración para "Queen B", en una celebración de la belleza de la cultura y ascendencia negra. Zerina Akers, fue quien estuvo detrás de cada atuendo utilizado en las escenas, creando con looks con prendas de casas de moda de alta costura y diseñadores independientes de color. La stylist también vistió a miembros de la familia, como Jay-Z, Tina Knowles Lawson, Blue Ivy y los gemelos Rumi y Sir. Otros invitados especiales fueron: la supermodelo Naomi Campbell, Adut Akech y la ganadora de un Oscar: Lupita Nyong'o, así como superestrellas africanas como Yemi Alade, Shatta Wale, Wizkid, Tiwa Savage, Busiswa y Mr. Eazi.
Conoce a la diseñadora de vestuario detrás de 'Black is King' de Beyoncé
En el video, con duración de una hora y 25 minutos, podrás apreciar cada prenda, algunas con mayor trabajo manual, otras presentadas como moda circular, reciclando algunas piezas. Hay algunas prendas que fueron utilizadas antes. La idea de Zerina es mostrar una variedad de propuestas sin importar el costo y mostrar el talento de las familias afroamericanas. Este álbum musical fue filmado en varios lugares, capturando personas y paisajes hermosos, incluso algunos lugares secretos, comenzando en Nueva York, luego Los Ángeles, Sudáfrica, África Occidental, Londres y Bélgica.
Platicamos con la diseñadora Akers para conocer su proceso creativo y su experiencia sobre este ambicioso proyecto.
Comencemos con el proceso creativo: ¿Cómo inició tu idea y transmitir la misma visión del álbum con la ropa?
Zerina Akers: Puede ser un poco complicado. Mi primera conversación fue con Beyoncé, para saber qué estaba pensando, porque a veces tenemos algunas cosas en la cabeza que no sabemos comunicar. Lulego platiqué con el director creativo Kwasi Fordjour y escuché sus ideas. Después de saber lo que querían me puse a trabajar. Me encanta imaginar cosas, me gusta hacer una amplia investigación, usar referencias históricas pero también me permito darme la libertad de inventar y crear desde cero. Además, teníamos muchas prendas de proyectos pasados que no usamos, como para el Global Citizen en Sudáfrica. Así que queríamos traerlos de vuelta y darles un estilo completamente diferente, lo cual es realmente genial, parte del proceso es importante tener esa flexibilidad, saber que tomaste referencias e hiciste una gran investigación para diseñar, pero no atarse a esa idea, nos gusta crear cosas nuevas.
También encontramos muchos obstáculos durante el rodaje, complicaciones con la luz y las localizaciones que nos limitaban de alguna manera, pero ahí entra esta apertura, porque de esos obstáculos surgen las tomas más bonitas, de los momentos más desafiantes.
¿Cómo surgió esta combinación de cultura y moda? ¿Cómo encuentras el equilibrio y mantienes el mismo objetivo estético?
Creo que en muchas comunidades afroamericanas somos muy ingeniosos. Se podría decir que a veces las ilusiones de ser más grandes al crear cosas se sienten más grandes que la vida, pero tener recursos para poder crear este tipo de piezas es saber cómo combinar cosas de algo tan sencillo con otras más elaboradas. Me encanta tener estos dos mundos: piezas lujosas a las que podemos tener acceso fácilmente gracias a que nuestro talento es Beyoncé y el conocimiento que tenemos sobre los diseñadores independientes. Por ejemplo, me pareció impresionante ver a Valentino pasar cientos de horas en un vestuario. Además, el vestuario no sólo era para B, tambi´én estaba la banda, los modelos, sus familiares, hasta su abuela. Esto también me da la oportunidad de mezclar el mundo del lujo, la culturas, la familia, el estatus económico como casas de moda de alta costura con creadores independientes que también hacen cosas increíbles y únicas.
Trabajaste con diferentes diseñadores y estilistas de moda. ¿Cómo supiste con quién trabajar, crear tu equipo y hacer que entendieran tu visión?
El proceso creativo se trabajó de la mano del dircetor, Kwasi Fordjour. Ahí tuve la oportunidad de presentar y conocer varios talentos del continente africano. Así que muchas cosas ocurrieron ahí; no sólo filmamos, tuvimos la oportunidad de trabajar con gente muy creativa y dispuesta. También está la gente que nos ha apoyado desde antes de este proyecto, gente que siempre que necesitábamos algo se quedaban despiertos toda la noche haciéndolo, o incluso en ese momento, durante el rodaje, siempre había cambios y ellos estaban ahí. Fue increíble trabajar con gente muy dedicada y talentosa, a veces nos daban más de lo que pedíamos en ese momento. Ver al diseñador Olivier Rousteing (director creativo de la firma Balmain), por ejemplo, que en cualquier momento mostraba disponibilidad para Beyoncé. Tener ese tipo de apoyo, en proyectos de última hora, uno se vuelve loco, así que tratamos de no dar nada por sentado. También tuvimos a otros diseñadores, estilistas con los que crecí a lo largo de mi carrera. Me gusta traer personas con visión propia, que tengan una estética propia, que puedan aportar algo nuevo y fresco este proyecto, que tengan sus propios ojos. Entonces reúno sus diversas habilidades para crear algo grande, tuvimos especialistas en joyería, otros en accesorios, en artesanía, fue un grupo multicultural que aportó más allá de lo que se les pedía. Me gusta la gente que es muy ingeniosa, que puede tomar un trozo de tela y crear algo grande y ahí está el verdadero talento.
¿Cuánto tiempo duró este proyecto?
Filmamos durante dos meses, uno en Nueva York y otro en Los Ángeles, luego tuvimos más rodajes pequeños con diferentes artistas como con Lupita Nyong'o en Nueva York, también en Sudáfrica, Nigeria, diría que quizás un total de 3 meses.
¿Cuál fue el mayor desafío al que te enfrentaste con este proyecto?
Yo diría que el mayor desafío eran los contratiempos, las cosas sucedían tan rápido que tenías que moverte a la misma velocidad o estar un paso adelante. Cambios constantes, como moverse de una locación a otra, y mover a todo el equipo creativo, mis asistentes, la ropa, nos movíamos en camionetas grandes.
Como diseñadora, cada vez que creas un vestuario, ¿qué legado o impacto quieres dejar en las personas?
Quiero que la gente vea más a estos creadores independientes, que realmente consideren apoyar a marcas más independientes, porque todo es muy fácil cuando las prendas vienen de casas grandes, de lujo, pero no todos pueden comprar todas estas cosas de súper lujo. Es importante redefinir el arte de la artesanía y volver a celebrar esas manos cafés y negras. Es importante para mí poder transmitir eso. Por ejemplo Tengoro, una de las marcas participantes para este filme, antes de trabajar con Beyoncé tenía siete personas a su cargo y ahora, un año después, tiene a 50 empleados. Personas que pueden ayudar en darles empleo y a su vez crean piezas que la gente pueda tener acceso para comprarlo.
¿A dónde crees que va la moda masculina? Hemos visto en el filme una mezcla de streetwear con sastrería, color, estampados.
Creo que ahora todo el mundo lleva algo más casual, y esto seguirá así al menos el próximo año. En cuanto al sastrería, es algo que siempre va a existir, de hecho ahora los hombres van a querer usarlo más, van a querer volver al mundo, van a querer elevar su estética, verse mejor. Algo que aprecio en las tendencias de hombre es una especie de fluidez y variedad de estilos; puedes usar un traje de diferentes materiales, colores y estampados, que a su vez mantienen un equilibrio realmente agradable que la gente lo va a apreciar mejor.