España y Portugal anunciaron el 5 de junio de 2021 su candidatura para el Mundial 2030 en un partido amistoso entre los dos equipos en el estadio Metropolitano de Madrid.
El gobierno español ya ha aprobado una partida de 7.5 millones de euros (7.9 millones de dólares) para impulsar esa candidatura.
En filtraciones previas de algunos importantes directivos de la FIFA, como lo fue Julio Grondona, aseguraron que ningún país de ingresos medios sería organizador único de un Mundial, luego de los escándalos de desfalcos administrativos en Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.
En octubre de 2022 integraron a Ucrania, pero según ha informado la prensa española recientemente, la suspensión del presidente de la federación ucraniana por presunta corrupción provocaría que este país, actualmente en guerra con Rusia, quede fuera de la terna.
"Esta candidatura será la de la reunión alrededor de lo mejor de cada parte y la demostración de una alianza de genialidad, creatividad, experiencia y medios", explicó Mohammed VI en un mensaje leído por el ministro de Deportes Chakib Benmoussa.
Un portavoz de la Federación Española de Fútbol (RFEF) precisó que las federaciones de España, Portugal y Marruecos tenían previsto reunirse el miércoles en Ruanda durante el congreso de la FIFA.
"Los presidentes (de los entes federativos) comunicarán en Kigali cualquier novedad respecto a la candidatura para el Mundial de 2030", añadió esta fuente.
La pasión Marroquí
Marruecos se convirtió en un icono del Mundial de Qatar 2022 y encendió la pasión de una nación más allá de sus fronteras y su diaspora en Europa, fue un faro de resistencia deportiva para el futbol extraperiferico, más allá de las potencias europeas y sudamericanas.
"Los leones del Atlas" lograron llegar a alturas nunca vistas por una selección africana y del mundo árabe, llegando al cuarto puesto en Qatar 2022, venciendo a España y mandando a casa a Portugal con todas sus estrellas.
Esto encendió los ánimos en una afición que no vio los límites en su bandera ni origen étnico, por lo que ser una sede mundialista es un gran momento para los africanos, aun sumándose al proyecto de sus rivales históricos, tanto deportivos como políticos, aunque el futbol está por encima de todo.