"El señor Spacey niega enérgicamente cualquier tipo de criminalidad en este caso", afirmó su abogado, Patrick Gibbs.
La fiscalía reconoció su "total cooperación" en la investigación, pero solicitó que entregara su pasaporte y durmiera en su residencia londinense a la espera de la próxima vista, que el juez fijó para el 14 de julio ante el Tribunal de la Corona de Southwark, en el sur de Londres.
El magistrado tuvo en cuenta que el actor había comparecido voluntariamente y, al término de una audiencia de media hora dedicada a cuestiones de procedimiento, lo dejó en libertad sin medidas cautelares.
"¿Dónde se va a esconder? Vive en Estados Unidos y es extraditable. Su familia, su perro de nueve años están en Estados Unidos", insistió Gibbs.
"Su trabajo requiere que vaya a reuniones, que se presente a castings, que se reúna con directores y guionistas", defendió, declarándose convencido de que Spacey seguirá compareciendo ante la justicia británica. "Tiene que responder a estos cargos si quiere seguir adelante con su vida", argumentó.
Spacey había sido objeto de varias denuncias en Estados Unidos por acoso y agresión sexual en 2017.
La última aparición de Spacey en la pantalla se remonta a 2018, con el estreno del filme Billionaire Boys Club. Fue despedido de House of Cards y quedó fuera de una película de Ridley Scott, Todo el dinero del mundo, en la que fue reemplazado por el actor canadiense Christopher Plummer.
En noviembre de 2021, fue condenado a pagar 31 millones de dólares a MRC, la empresa productora de House of Cards, como indemnización por la pérdida de ingresos atribuida a su salida de esa exitosa serie de intrigas políticas en Washington, en la que daba vida al presidente sin escrúpulos Frank Underwood.