Paolo Sorrentino, Michel Hazanavicius, Costa Gavras, Gaspar Noe, Claude Lellouch, Robin Campillo y Mathieu Kassovitz han sido algunos de los participantes en el debate de unas dos horas, organizado por el festival con motivo de su 75 aniversario y que continuará mañana.
No es solo el sistema de difusión lo que cambia, sino la relación con el público
Para el mexicano, el mundo audiovisual afronta un cambio tan profundo como el que supuso la llegada del sonido. "No es solo el sistema de difusión lo que cambia, sino la relación con el público", ha dicho y ante eso lo importante no es tanto el medio de difusión como preservar "la visión cinematográfica" y la mirada del director.
Del Toro recordó que sacar adelante Pinocho le ha costado 15 años. "Cuando decía que quería hacer Pinocho, me contestaban que eso estaba hecho, pero cuando añadía que se desarrollaba durante el ascenso de Mussolini en Italia, se echaban atrás", dijo.
Insistió en que defender la visión del director siempre ha sido problemático frente a quienes financian las películas, sean los estudios tradicionales o las plataformas: "Los obstáculos engrandecen el cine, si quitas los obstáculos, es la muerte del cine".
A este respecto recordó la conversación que tuvo en su día con Pedro Almodóvar, uno de los productores de El espinazo del diablo (2001). "Le dije a Pedro que mi única condición era garantizar el montaje final y él primero me preguntó qué era eso y luego me dijo: 'por supuesto, tú eres el director'; casi lloro de la emoción".
Del Toro ha apelado a la responsabilidad de directores, exhibidores y cineastas para encontrar la manera de invitar a nuevas generaciones a la experiencia del cine, en una época en la que todo el mundo parece superado porque "se produce más que nunca" y la oferta desborda al público.