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Atlas y Pumas: Historias que se encuentran

El número dos de la tabla general, La Academia, se enfrenta al décimo primero, UNAM, en las semifinales del Torneo Apertura Grita México 2021
mié 01 diciembre 2021 10:35 AM
Pumas-Atlas-Semifinales
Atlas y Pumas forman una llave interesante en el paso a la gran final de la Liga MX.

Si tú eres aficionado de Atlas o Pumas, no nos dejarás mentir, la esperanza experimentada al llegar a la instancia de semifinales es inmensa. Saber que restan cuatro equipos, que la posibilidad de ver a tu equipo campeón es de una entre cuatro, impacta de manera diferente en las aficiones que no suelen ver a sus clubes en estas fases definitivas.

Por partes: Atlas, los rojinegros, el club con más afición en Jalisco y con una de las barras bravas más ruidosas en su estadio (Barra 51), es también el equipo que suma más tiempo sin levantar un título de Liga, y sin llegar a semifinales llevaba 17 años.

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Para hablar del único campeonato rojinegro, hay que remontarse al 22 de abril de 1951, cuando frente a Chivas, Atlas ganó la estrella que todavía permanece solitaria en su historial de Ligas conquistadas, y que marcó un parteaguas en la histórica rivalidad frente al Club Deportivo Guadalajara, las Chivas.

La última final disputada por Atlas fue la del Torneo de Verano 1999, con Ricardo La Volpe como entrenador

Sin duda Atlas se sumerge en la esperanza, en el aliento de su fiel afición, en el argumento futbolístico que los hizo terminar como sublíderes el torneo e incluso en las cábalas, porque después de tanto tiempo sin coronarse, con el ejemplo de resiliencia cruzazulina muy fresco, cualquier maldición parece eliminable.

¡Goya, goya!

Por su parte, Pumas sigue en ese sube y baja que marca su historia reciente. Después de una década del 2000 sumamente prolífica, con títulos nacionales, exposición internacional y una formación de jugadores nutritiva, suma 10 años sin ser campeón de México, con dos finales perdidas de por medio, pocos jóvenes exportados a la élite del futbol mundial y una afición que parece ir a la baja en volumen.

Las dos finales más recientes disputadas por Pumas quedaron en manos de su rival. En el Apertura 2015, ante Tigres, y en el Guard1nes 2020, contra León (curioso es que, en la otra llave semifinal están estos dos equipos). La última corona auriazul llegó en el Clausura 2011, cuando vencieron al extinto Monarcas Morelia, con Guillermo Vázquez Jr. en el banquillo.

Si bien Pumas suele acceder a la Liguilla, o no acumular muchos años sin jugarla, llegar a semifinales no es muy común para ellos, y con siete títulos en sus vitrinas (uno menos que León), la oportunidad no puede desperdiciarse.

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¿Suerte, buen trabajo del DT Andrés Lillini? Mucho se habla de las condiciones que tienen a Pumas en esta etapa del torneo, pero lo cierto es que con seis victorias en los más recientes nueve partidos, los felinos han dejado claro que el torneo mexicano premia a quienes saben cerrar el certamen, no a quienes muestran mayor constancia en el desarrollo del semestre.

Pumas, un candidato al campeonato por cómo está enfrentando esta etapa, finalizó como décimo primer lugar de la tabla general, a 14 puntos del líder, América -a quien ya eliminó en cuartos de final- y ocho unidades del sublíder, Atlas. En cualquier lugar del mundo, el equipo que finalice en la posición 11 del torneo solo podría pensar en cómo reestructurarse de cara al siguiente torneo, mientras que en México, puede pelear la coronación.

Un antecedente, varias coincidencias

El partido Atlas-Pumas no es inédito en semifinales, y es que durante la Liguilla del Apertura 2004 también disputaron un boleto a la serie por el título. En aquel entonces, con Hugo Sánchez como director técnico, Universidad Nacional eliminó a los rojinegros con global de 6-4, para después conseguir el bicampeonato ante Rayados.

La afición rojinegra recuerda aquel año con mucho cariño, gracias a la figura de Robert de Pinho, un delantero brasileño que se quedó cerca del campeonato de goleo y emocionó a propios y extraños con su capacidad goleadora.

Otra coincidencia con el 2004 es que, tal como ocurrirá en el torneo actual, el juego de ida se disputó en Ciudad Universitaria, y el definitivo será sobre el césped del Estadio Jalisco.

Así mismo, en ese año Pumas accedió a la Liguilla como octavo lugar, vía repechaje, situación que se repitió esta vez, ya que Pumas llegó a la fase final después de ganar la repesca ante Toluca.

Así que, para Atlas es una oportunidad de revancha y de acercarse al título que se le ha negado por 70 largos años y, para los universitarios, una chance de repetir la eliminación reciente a los jaliscienses y conseguir una de las hazañas menos esperadas, ya que durante el torneo causaron más interrogantes que certezas.

O Pumas o Atlas estarán en la final, y para alguno llegará la oportunidad de revertir la historia -lejana o cercana- en bandeja de plata.

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