L’Impératrice
Esta agrupación parisina es una de las más conocidas en la actualidad, gracias a un sonido que retoma los mejores elementos de la música disco y los dota de una frescura que ha logrado seducir a una audiencia internacional, desde la llegada de Matahari, su primer álbum, lanzado en 2018, tanto en inglés como en español. Esta es una banda que, además de escuchar, hay que ver en vivo, pues transmiten una energía alegre y energética que se contagia fácilmente a la audiencia.
Qué escuchar: “Sonate Pacifique”, “Erreur 404”, “Agitations Tropicales”, “Fou”
Las Aves
Este grupo originario de Toulouse es una de las propuestas más interesantes que tiene el pop electrónico francés. Con sintetizadores reminiscentes de los noventa, letras tan casuales que atrapan y la misteriosa voz de Géraldine Baux, los dos discos de estudio de la banda –así como sus múltiples sencillos– son una invitación a disfrutar la noche y dejarse seducir por ella. Con temáticas que van desde bailar hasta el embarazo, esta música es todo un viaje lírico.
Qué escuchar: “N.E. M”., “A Change of Heart”, “Where Did You Go?”, “Los Angeles”, “Gasoline”
Brigitte
Las voces de Sylvie Hoarau y Aurélie Saada hacen de Brigitte un proyecto mucho más disfrutable que el típico lounge-pop. Con un nombre que viene como un homenaje a las Brigittes famosas de los sesenta (Bardot, Fontaine, Lahaie), la música no hace más que rendir homenaje al espíritu de la época, con melodías felices, románticas que hacen que bailar sea inevitable, o que invitan a fantasear toda clase de escenarios de amor y desamor, con melodías que se inclinan más hacia lo nostálgico.
Qué escuchar: “À bouche que veux-tu”, “Palladiium”, “Hier encore”, “Battez-vous”
Julien Doré
Este cantautor francés comenzó su carrera en 2008 con el álbum Ersatz, y no tardó en saltar a la fama internacional, gracias a letras románticas sin ser empalagosas y un sonido muy digerible que mezcla géneros como el pop, el folk y el rock y una pizca eventual de coqueteo con la electrónica, e incluso se ha puesto a experimentar con sonidos súper crudos en su disco “Vous & Moi”, donde hizo reversiones acústicas de algunas de las piezas que ha sacado a lo largo de su carrera.
Qué escuchar: “Waf”, “Chou Wasabi”, “Moi… Lolita”
Vianney
Siguiendo por una onda más de cantautor, Vianney se vale de su voz, una guitarra y pedaleras de loop para producir sus propios coros y percusiones, y así crear sonidos más robustos. Su calidad interpretativa es remarcable, pues tiene una facilidad extraordinaria para explicar el desamor desde la nostalgia, el enojo e incluso el dilema eterno entre la aceptación, la negación y el berrinche (basta con escuchar “Je te déteste”), aunque, obvio, sus letras también abarcan el amor correspondido y una serie de reflexiones personales. Este es músico de esos a los que vale la pena escuchar con la traducción de la letra a la mano.
Qué escuchar: “Je te déteste”, “N’attendons pas”, “Je m’en vais”, “Dumbo”, "Beau-papa"