“Estos años en la vida de Luis Miguel fueron bastante oscuros. Aunque para todos nosotros eran los años más increíbles dentro de su carrera y veíamos cómo iba arrasando cada vez más, iba acompañado de un sufrimiento y cosas que iba viviendo en el lado personal igual o más fuertes. Ese equilibrio y ese balance es del que va la segunda temporada”, dijo Diego Boneta a medios internacionales, incluido Life and Style.
“Para mí era sumamente importante mostrar a un Luis Miguel más humano. En la primera temporada había un Luis Miguel más ingenuo, más niño, una víctima de lo que pasa con su papá y en esta temporada me era más interesante ver a Luis Miguel malabareando su vida personal y profesional. Cada logro de su vida profesional viene acompañado de una tragedia personal enorme”.

La fidelidad de la serie con respecto a la versión de Luis Miguel sobre su propia vida quedó manifiesta desde la primera temporada. Anteriormente, Diego Boneta sostuvo múltiples charlas con el cantante para preparar sus roles.
Pero, además, para esta temporada se ha realizado un exhaustivo trabajo de investigación.
“Los escritores tuvieron varias conversaciones con Luis Miguel y varias personas que fueron clave dentro de su vida en estos años, para tener toda la información y nuestro propio libro de la segunda temporada”.
A la hora de mostrar esos lados más oscuros logras que la gente entienda y empatice con el por qué lo está haciendo; la raíz de donde viene todo.
Contada en dos tiempos distintos, esta temporada presenta la época de los 2000 con un intérprete maduro, sobrio y serio.
“Despúes de haber trabajado en Terminator: Dark Fate, me hice muy amigo del maquillista, que se llama Bill Corso, quien ya tiene dos Óscares y hace un trabajo fenomenal. Lo invité a la serie para ver si podía hacer la caracterización del Luis Miguel adulto”.