Pasa mucho en el mundo de las celebridades. A veces el estar en la cima de algo –del reggaetón, digamos– nos hace pensar que podemos ser absolutamente todo lo que queramos. Tal es el caso de Bad Bunny, quien decidió participar en Wrestlemania Raw, probablemente sin pensar en que a estos luchadores les gusta jugar pesado, sin piedad y sin respeto por nada, aunque esa "nada" en cuestión sea un Bugatti de tres millones de dólares.
El músico tendrá una pelea este fin de semana en Wrestlemania 37, y en una especie de preparativo cruel, su auto fue vandalizado por The Miz, luchador contra el que peleará el día 10 de abril.