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"Escribir es un acto de fe”: Arath Herce

A sus 20 años, Arath Herce está en la mira de grandes cancionistas como Leonel García y El David Aguilar. Sus canciones, como Lluvia, están cargadas de verdad.
mié 17 febrero 2021 06:00 AM
Arth Herce
Arath Herce está por lanzar su primer álbum, Balboa.

La verdad no puede ser enunciada. Menos en la música. Por más que un compositor diga que es honesto consigo mismo, que trabaja para sí y con la verdad, las palabras sobran. ¿Dónde está lo verdadero? En la voz, en el rasgueo, en la letra, en la interpretación. Federico García Lorca lo llamaba duende: “no es cuestión de facultad, sino de verdadero estilo vivo; es decir, de sangre, ; es decir, de viejísima cultura, de creación en acto”.

Arath Herce canta con verdad y con duende. Tiene apenas 20 años, pero, por sus letras y temas, pareciera que conoce este mundo y sus sentires desde hace siglos. Tiene frases cortas, concisas, y que sin embargo están cargadas de imágenes y atmósferas. “Escuché a un Dios llorar / gotas que escurren desde el cielo” y “de los charcos, capitán”, canta el veracruzano en su tema “Lluvia”.

El piano y la guitarra los tomó de niño en Balboa, esa calle de Veracruz que da nombre a su primer y próximo disco. La poesía la encontró en los discos de Joaquín Sabina que desentrañaban con su madre. El duende, ese no se sabe, pero ya ha deslumbrado a cancionistas veteranos como Leonel García, El David Aguilar y Alex Ferreira .

Arath Herce parece una alma vieja –incluso viaja en autos antiguos y sus letras nacen en una máquina de escribir–, pero no, Arath Herce es un chico. Uno con verdad y futuro en la música, eso sí.

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¿De qué manera se liga tu historia con la poesía?

Hay una historia que le gusta mucho a mí mamá: Iba en la escuela y estábamos viendo los poemas. Yo no entendía muy bien y mi mamá me ayudaba a repasar lo que veíamos en clase. Estábamos en los versos, la estrofa, y me dio un disco. Me dijo: “la poesía es como una canción, pero sin música”. Me explicó qué era un verso, qué era una estrofa, la rima. Le contesté que hacer una canción era fácil y me dijo que sí. A la siguiente semana, regresé con una canción que le había escrito a una niña de la escuela que me gustaba. Fue como un acto de fe. Escribir es un acto de fe. Y es un acto de fe porque, a final de cuentas, no existe. Es algo muy subjetivo. Al mismo tiempo tienes que estar muy atento a todo lo que escuchas, a todo lo que ves. Ir tomando fotos y con tu libreta, captando cualquier frase que te diga una persona y encontrarle valor a todo eso.

¿Cuáles son esas cosas que apuntas?

Cualquier historia, cualquier línea que me conmueva, un libro o una película. Y luego viene el ejercicio de regresar y tratar de entender cualquier otra emoción. Lees un poema que te emociona y entonces intentas separarlo, desmenuzar todo para saber qué está pasando. Es misterioso en muchos sentidos, pero así es como escucho música también. Al final, todo termina siendo una influencia. Cuando me preguntan cuáles son mis influencias, responder es muy difícil porque trato de influenciarme de todo lo que veo y escucho.

Los temas de Balboa, tu primer disco, me hacen pensar en las cosas inconclusas, en lo que pudo pasar pero se quedó ahí…

El disco lo hice sin pensar en un concepto, escribí y escribí, y cuando volteé atrás empecé a encontrar el hilo que tenían las canciones. Balboa es la calle de la casa donde crecí y escribí todas las canciones. El álbum está lleno de todas estas canciones e historias, algunas personales, otras de amor, de la lluvia en mi casa o mi padre, cosas sobre crecer y el viaje. Cada canción tiene una historia muy específica y sí, hay varias canciones que las pienso como algo inconcluso.

Arath Herce
Arath Herce ya ha grabado con Leonel García.

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Por otro lado, las canciones tiene algo de nostalgia, que es una palabra que a mucha gente le da miedo.

Para darle valor a las cosas que has vivido necesitas un poco de nostalgia, aunque no necesariamente desde un lugar triste. Hay un sentido negativo que le hemos dado a la palabra y no necesariamente tiene que ser así. Es mejor ver los momentos con cariño.

¿”Cuánto Hemos Cambiado” nació en esa misma línea?

Esa canción es la más vieja de toda esta tanda de canciones, la primera que escribí y la primera que grabamos en el disco. La hice regresando de un viaje a Michigan, en el que había vivido varias cosas. Yo sentía que era una persona diferente. Cuando regresas a casa, la gente tiene una imagen de ti a la que se aferra un poco, lo cual es como ponerte la ropa cuando ya no te queda. En esos momentos tienes que tomar la decisión de volver a lo que eras o que te valga.

Supongo que ese viaje te habrá influenciado musicalmente en algo...

No lo había pensado, pero en ese viaje escuché bastante música folk en inglés. Es interesante. Mis canciones nacían en el piano y ahí fue cuando empecé a involucrarme más en la producción de mis canciones e imaginarlas. Desde el momento en que las empezaba a componer ya las imaginaba con la producción. Así fue como terminó siendo parte del álbum. Hice un demo de todas las canciones y fuimos a arreglarlas.

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¿Cómo llegaron a tu vida el piano y la guitarra?

En mi casa había guitarras porque a mi papá le gustaba tocar; no era precisamente bueno, pero tenía una guitarra. Nos gustaba jugar. Tengo video de pequeño en lo que aparezco tocando y bailando. No sé cómo fue, pero la primera canción que hice fue con círculo de sol. Con esos cuatro acordes hice mis primeras canciones. Primero empecé con la guitarra, me aburrí un poco y la dejé. Hice algunas canciones en piano. Es interesante. Cada instrumento te va sacando un tipo de canción diferente, te lleva a distintos lugares. También en la guitarra trato de cambiar afinaciones.

¿Y en cuanto a la voz?

Nunca he tomado clases de canto, hasta hace poco, y más por cuidarme un poco la voz. Suelo ser ronco y, por salud de la voz, empecé con las clases. La gente que admiro no siempre cantan bien. Es más sobre lo que dicen y cómo lo dicen. Esa siempre es mi prioridad. No me considero tanto un cantante.

Melissa, de Matisse, El David Aguilar, Leonel García, Alex Ferreira... Todos ellos están interesados en lo que haces. ¿Para ti cómo ha sido este reconocimiento antes de que salga tu primer disco?

He tenido la suerte de haber conocido a toda esta gente y aprender un poco de ellos. Me emociona que alguien pueda conectar con algo que hice sin pensar en nadie y muy en... mi cuarto. No sé.

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