"No menos de ocho agentes presentes en el lugar del accidente sacaron sus dispositivos personales y tomaron fotos de los niños, padres y entrenadores muertos. Los agentes tomaron estas fotos para su propia gratificación personal", afirman los documentos.
Asimismo se critica que las imágenes se compartieron fuera del círculo de la investigación, algo que se considera delito y que está terminantemente prohibido en el reglamento del cuerpo policial.
La demanda de Vanessa Bryant no es la primera en relación al manejo de información que rodea a este caso por la fama de Kobe Bryant, quien falleció en un accidente de helicóptero junto a su hija Gianna y otras siete personas en febrero pasado.
Una investigación del diario Los Ángeles Times reveló días después del accidente que un camarero puso una queja al mismo departamento cuando vio cómo uno de los agentes implicados, cliente de su local, compartía las fotografías con su acompañante fuera de una conversación profesional.