Les explicó que todas ellas conformarían un grupo secreto dentro de la agrupación llamado DOS, que significa Domunius Obsequious Sororim, y les vendió la idea de ser un equipo de mujeres que se respaldarían las unas a las otras, como lo hacen los masones.
Todas las mujeres que estaban desnudas frente a Lauren tenían algo en común: ellas la llamaban “ama” y Lauren a ellas, “esclavas”. Todo empezó como un juego, como una simple palabra en el chat cuando se comunicaban, pero empezó a derivar en dinámicas de poder: ellas le hacían mandados, la limpieza de su casa o hasta masajes en los pies. Si Lauren podía tener este grado de control sobre ellas se debía a que era muy persuasiva y a través de las sesiones de EM obtenía información vergonzante de cada una de ellas.
A esto, se le llamaba garantías. La lógica detrás de esto es que para que la terapia funcionara y fueran un grupo unido, no debería haber espacio para la traición y por eso todas confesaban sus más oscuros secretos. Era el mecanismo de control. Además, uno de los lemas de la organización, casi como un mantra, era el siguiente: “No hay víctimas absolutas, por lo tanto no elegiré ser una víctima”. Esto permitía aún más el abuso y la incapacidad de culpar a los victimarios.