"En octubre empiezo la preproducción de la próxima película pero después de haber hecho La voz humana he escrito otras dos piezas, una como de 45 minutos y otra de 15 o 20, que me gustaría hacer y también con ese mismo sentido de libertad", dijo en rueda de prensa.
Almodóvar explicó que las dos piezas tienen un "aire teatral, no están basadas en nada" y se transcurrirían en un escenario único, al igual que en este primer corto suyo, adaptación libre en inglés del monólogo de Jean Cocteau protagonizado por Tilda Swinton.
Uno sería "un western muy particular" titulado Extraña forma de vida, como un fado de Amália Rodrígues, mientras que el otro abordaría en forma de distopía el tema de las salas de cine, aunque no ofreció más detalles al ser interrumpido por su hermano Agustín.
"Planteo una situación en la cual ya hace tiempo, sería una especia de distopía, que ocurre en una fiesta privada, en que los cines han desaparecido de Madrid por ejemplo o de España, que van camino de que desaparezcan", indicó.
Y agregó: "Hablo de esa situación en forma distópica, cómo afecta ese vacío de hace dos o tres años de las salas en las personas que están compartiendo ese banquete".
Almodóvar ha regresado a un Festival que el año pasado le coronó con su León de Oro honorífico y donde precisamente tuvo su debut internacional en 1983 con Entre tinieblas.