Aunque seguimos en semáforo naranja, las autoridades de la CDMX tomaron la decisión de abrir los cines, tras el cierre del 92.61% de las salas del país, en un intento de reactivar la economía y salvar, al menos parcialmente, los 50 mil empleos directos y 150 mil indirectos que dependen de la exhibición de cine. Las medidas que se están tomando, de acuerdo con los portales digitales de las cadenas Cinemex y Cinépolis, incluyen una ocupación máxima de 30%, sana distancia entre el personal y los clientes, ventilación permanente, puertas abiertas todo el tiempo, sanitización constante, dispensadores de gel, boletos precortados para eliminar el contacto, alimentos preempacados y eliminación de menús físicos en las salas de lujo. Y aunque son consideraciones lo suficientemente prudentes para darle tranquilidad a la mayoría de la gente, la tentación no es suficiente; basta con ver la oferta para entenderlo:
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En esta cinta mexicana del director Matías Meyer, con actuaciones de Ludwika Paleta, Leonardo Ortizgris, Ilse Salas y Andrés Almeida, vemos la historia de todas las confrontaciones que surgen entre los integrantes de una familia, a partir de la muerte de la matriarca de la misma.
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A estas opciones se suman cintas como Night Hunter, Veinteañera, divorciada y fantástica, My Spy, Bloodshot, A Score to Settle y Sonic, la película, que ya habían tenido estrenos prepandemia. La cartelera, como pocas veces sucede, no incluye nada que se tenga que ver. Y ojo: en ningún momento decimos que estas películas sean malas. En un mundo normal, muchas de estas serían una buena opción para pasar un par de horas. Sin embargo, en una época en la que vivimos saturados de historias en las que –sin importar si son ciertas o no– la gente se enferma por ir al súper, o simplemente por recibir paquetería, a muchos nos hace falta un incentivo mayor. Como dijo un integrante de la redacción de esta revista: “no voy a arriesgar el físico por algo que no sea Tenet”. Y esa breve oración resume el sentimiento de una gran cantidad de cinéfilos a los que les urge regresar a las salas, pero que, como muchos, prefiere no escatimar en precauciones durante esta contingencia.