Los cines son ambientes que se pueden controlar en mayor medida, y a donde la gente no va a convivir, como es el caso de los bares o las discos
Fernando De Fuentes, presidente de Canacine
Michel Franco, quien por la pandemia pospondrá hasta el próximo año el estreno de su drama El nuevo orden, imagina una tendencia a realizar producciones en locaciones controladas, con el mínimo de equipo humano necesario, casi como se filma el cine independiente. Una posibilidad es que los equipos de producción realicen una cuarentena antes de rodar.
“Imagino que los grandes estudios de cine, los que tengan presupuesto, filmarán en foros en donde encerrarán a su equipo para tener un entorno controlado. Podrían poner a todos en cuarentena antes y durante la filmación, y de ese modo se podría trabajar con cierta normalidad”, explica el tres veces galardonado en el Festival de Cannes.
Un ejemplo práctico es la serie española Hierro. En junio, esta se convirtió en la primera producción de ese país en retornar al rodaje gracias a que se realiza en las Islas Canarias, en donde la incidencia de la crisis sanitaria ha sido mínima y el gobierno consideró que existían condiciones favorables para que el equipo continuara con su trabajo.
No había forma de estar preparados para algo así, pero la industria del cine, en donde el cambio es cosa de todos los días, siempre ha sido resiliente
Mónica Lozano, presidenta de la AMACC
Sin embargo, el director Amat Escalante (La región salvaje, 2016), ganador en los festivales de Venecia y Cannes, advierte sobre lo complejo y caro que resultaría. “No es solo que sea incómodo y difícil filmar así, es lo de menos; va a ser una cosa muy costosa. Será un golpe muy fuerte para el cine independiente”, explica el también realizador de Heli (2013).
Michel Franco, en este sentido, pone el foco en la poca certidumbre que se tiene hasta ahora sobre estos procesos. “¿Qué hacer cuando aparezca el primer contagio en el set? ¿Significa que se cierra toda la producción? Es muy difícil de predecir”, dice el director de Las hijas de Abril. De hecho, el riesgo es tal que, según reportó Variety en mayo, los actuarios de las aseguradoras aconsejan a sus empresas no correr el riesgo con una producción de cine en Hollywood.
En México, la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine) informó a Life and Style —al cierre de esta edición, 8 de junio— que aún se trabajaba en los lineamientos para volver a filmar, en conjunto con líderes de la industria, y también en los protocolos para la reapertura de los exhibidores. “No había forma de estar preparados para algo así, pero la industria del cine, en donde el cambio es cosa de todos los días, siempre ha sido resiliente”, señala Mónica Lozano.
Entre las medidas para los cines se contemplan la sanitización exhaustiva de butacas entre funciones, horarios escalonados de proyecciones para evitar aglomeraciones en la dulcería, ocupación de 50 por ciento con buta- cas a distancia (tipo ajedrez) entre los asistentes, compra de boletos en línea y monitoreo de la salud de los empleados. “El público estará más que dispuesto a salir después del encierro que todos hemos vivido; creemos que conforme se genere la confianza de que los cines son seguros, el público regresará”, opina Fernando De Fuentes, presidente de Canacine.