"Como ahorita está lo de la pandemia, no podíamos hacerlo en un lugar cerrado, donde anteriormente teníamos la arena, entonces decidimos llevar esto a este lugar mágico que son las chinampas de Xochimilco", dice a la AFP Ciclónico. De 24 años años, este musculoso luchador utiliza en sus rodilleras la imagen de un ajolote, anfibio endémico de Xochimilco parecido a una salamandra.
"¡Ay, qué bonito ring!", suspira otro combatiente al ver el solitario encordado en medio de montículos de tierra, cultivos de hortalizas, plantas y macetas de plástico que algunos usaron como arma contra sus rivales. En un árbol, una piñata verde con la forma del nuevo coronavirus y cubrebocas recuerda las 47.746 muertes y 439.046 casos confirmados de covid-19 en este país de 128 millones de habitantes. Bautizada "Chinampaluchas", la función se transmitirá el próximo sábado a un precio de 30 pesos por boleto digital. El dinero recaudado será repartido entre los enmascarados.
Sana distancia
El espectáculo incluyó un combate estelar y tres preliminares, cuyas llaves, planchas y huracarranas (maniobra de sometimiento) narraron dos apasionados locutores como si estuvieran en la Arena México, recinto sagrado de este deporte ampliamente popular.
Sientes un vacío, un hueco, porque el público te motiva, el público hace que esa energía, esa hiperactividad, esas ganas de ganar te crezcan.
La epidemia quedó de lado con momentos de emoción como cuando Yoshioka, corpulento luchador japonés, intentaba quitarle la máscara a Thunderstorm bajo el grito "¡con la máscara no, señor!" del réferi, quien vigiló la pelea con gafas y mascarilla. También, cuando X-Devil y Gran Felipe Jr. cayeron sobre una mesa de plástico destrozándola. En medio del silencio, los costalazos y los bramidos fueron más perceptibles como cuando Shocker, de 48 años y que utiliza el eslogan "el 1.000% guapo", recetó a Mr. Jerry un conocido insulto mexicano: "¡En la cara no, hijo de tu pinche madre!". O cuando el árbitro pedía "sana distancia" antes de los combates. Sin embargo, todos extrañaron los gritos, mentadas y aplausos del público. "Sientes un vacío, un hueco, porque el público te motiva, el público hace que esa energía, esa hiperactividad, esas ganas de ganar te crezcan. Sí, lo extraño mucho", admite el rubio Shocker.