"Aún deben realizarse varios vuelos de prueba", dijo este martes un responsable, antes de que el propio Branson ocupe un lugar a bordo.
La cabina, que tendrá seis plazas, fue diseñada para maximizar la visión de la Tierra.
Cada asiento está cerca de un gran ojo de buey, cada uno de los cuales tiene conectada una cámara para que el pasajero pueda fotografiarse con la Tierra de fondo.
Otras ventanas que atraviesan el techo de la cabina ofrecerán una vista espectacular del planeta.

Asimismo, los pasajeros podrán desabrocharse el cinturón de seguridad para experimentar la falta de gravedad.
Unos 600 clientes que desembolsaron 250,000 dólares cada uno, a los que Virgin Galactic llama "futuros astronautas", esperan desde hace años para abordar el SpaceShipTwo, cuyo desarrollo se vio retrasado por un fatal accidente en 2014, cuando un error de uno de los dos pilotos provocó la desintegración de la nave en pleno vuelo.