La futura red de satélites crearía un acceso a internet económico y de alta velocidad, especialmente enfocado para las personas que se encuentren en lugares muy remotos o con servicio insuficiente para acceder a la red.
Este supone el octavo envío de satélites desde que comenzó el proyecto Starlink en mayo de 2019 y entra dentro de las grandes iniciativas que tiene la empresa del fundador de SpaceX, Elon Musk, de cara a revolucionar el mundo a través de la tecnología espacial.
La gran novedad de los nuevos sesenta satélites enviados al espacio es que una de las unidades contará con un visor para bloquear el reflejo de la luz solar que emiten a la Tierra cuando está golpea las partes brillantes de la nave.
Si el nuevo diseño funciona como esperan, prevén que en el futuro todos sean como este para así atender las reclamaciones de investigadores y astrónomos que se han quejado de que satélites tan brillantes pueden dificultar su trabajo.