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En la época dorada de la TV, los productores temen los riesgos de hacer series

El chileno Juan de Dios Larraín y el italiano Lorenzo Mieli, destacados productores, hablan en exclusiva sobre lo complejo que será satisfacer la creciente demanda de series.
mié 15 julio 2020 06:00 AM
Unsplash/Glenn Carstens-Peters

Desde hace más de una década, la industria de la televisión vive una época dorada por la calidad de las historias contadas en formato de series –como The Sopranos, Lost, Breaking Bad, Mad Men y Game of Thrones, entre muchas otras– que no solo han sido un éxito de audiencia, sino que han logrado atraer a prestigiosos directores, guionistas y actores dedicados al cine para trabajar en la antes menospreciada pantalla chica.

Con la masificación de las plataformas de streaming, este formato artístico se popularizó al grado de que hay que estar al tanto de los shows más exitosos para no quedarse fuera de la conversación en las sobremesas. Además, millones de espectadores que prefieren ver temporadas completas o películas desde la comodidad de su casa, en el momento que ellos quieran, hicieron que el streaming empezara a ganarle terreno a la industria cinematográfica y a la televisión tradicional, atada a horarios y episodios semanales.

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Juan de Dios Larraín.jpg
Juan de Dios Larraín es productor de No, Neruda y Jackie, dirigidas por su hermano, Pablo.

“La batalla entre las salas de cine y la televisión vía streaming ha vivido un triunfo por knock out a favor de las plataformas. Es un triunfo un poco injusto porque hay un rival [el cine] al que no le tocaron ni siquiera la campanilla”, dice el productor chileno Juan de Dios Larraín, reconocido por las recién estrenadas series El Presidente y La jauría, pero también por financiar y planear la logística de los proyectos de su hermano Pablo Larraín, la punta de lanza del cine chileno con alabados filmes como No, Neruda y El Club.

El Presidente Andres Parra
Sergio Jadue, interpretado por Andrés Parra, antes de ser el máximo directivo del futbol chileno, fue el presiente de un modesto equipo de un pueblo del interior de Chile, La Calera.

La balanza del sector del entretenimiento y la cultura pop ya se inclinaba a favor de las plataformas de streaming, pero lo que se proyectaba como una transformación a mediano plazo se aceleró en los últimos tres meses debido al confinamiento por la pandemia del coronavirus, ya que esto se tradujo en una voracidad por consumir el contenido que éstas ofrecían, sobre todo las series.

El dato más contundente es que, debido a la cuarentena, Netflix reportó un incremento de 16 millones de nuevos suscriptores en abril pasado, el mayor de un trimestre en su historia. En contraste, las salas de cine estiman una pérdida de 5,000 millones de dólares de taquilla global, según un artículo de The Hollywood Reporter.

Jauría-00.jpg
Escena de La Jauría, serie de Amazon Prime Video en la que Alberto Guerra da vida a Manuel, un psicólogo mexicano que trabaja en el colegio católico en el que desapareció una joven.

“Nos hemos dado cuenta que para vivir necesitamos bastante menos de lo que creíamos y, teniendo eso claro, las formas de expresión artística forman parte de lo esencial ahora, porque llenan el espíritu”, explica Juan de Dios en exclusiva para Life and Style, vía zoom, desde Santiago de Chile. “ En este tiempo de pandemia, lo más importante es conservar el alma en calma, el cuidado del espíritu es probablemente el ejercicio más importante, y el arte y el amor son también los insumos más vitales”.

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Lorenzo Mieli
Lorenzo Mieli ha producido la series The Young Pope y My Brilliant Friend.

Sin embargo, aunque el apetito por las series es quizá el mayor en la historia, la gran paradoja de esta época dorada de la televisión y el streaming es que, por el riesgo de contagio, será un desafío tremendo producir series y estar a la altura de la creciente demanda.

“Espero que la respuesta sea no”, dice el productor italiano Lorenzo Mieli, responsable de shows como My Brilliant Friend y The New Pope, cuando le pregunto si la pandemia significa una pausa a este momento de auge de las series. “Pero es solo mi esperanza, porque es cierto que vivimos una era de oro de la televisión y se produce mucho y de mucha calidad y ahora, por el confinamiento, habrá más interés en series, pero es en realidad un problema práctico que tenemos que solucionar: dependemos de si se inventa una vacuna y si las compañías aseguradoras cubrirán a las casas productoras, pero yo creo que los escritores y cineastas están comprometidos a regresar con proyectos más potentes que antes”.

Jude Law The New Pope
Jude Law es el protagonista de The New Pope, junto a John Malkovich, serie creada por Paolo Sorrentino y producida por Lorenzo Mieli.

La primera transformación que podríamos ver en la televisión, según Mieli, no sólo será una disminución en la cantidad de series, sino en el tamaño de las producciones. Si el control de la pandemia no mejora, será imposible grabar historias como la de Game of Thrones, es decir, proyectos de gran escala económica y narrativa que puedan convertirse en un foco de contagio para cientos de personas.

Lorenzo explica que actualmente en Italia está permitido filmar, porque están pasando por “una buena fase de la pandemia”. Lo que él hizo con los proyectos de cine que retomó fue rodarlos en el menor número de días y con la menor cantidad de gente posible. Eso significó, por ejemplo, que quitaran escenas de exteriores, lo que impactó en las historias.

“Las películas que filmaré en septiembre están pensadas casi como si pusiéramos a la producción en una especie de confinamiento para poder tener más control”, explica el productor del cineasta Paolo Sorrentino.

My brilliant friend
My brilliant friend es la adaptación de HBO de la exitosa saga literaria de Elena Ferrante.

Obviamente, esto es posible para una película, pero por la naturaleza de las series, que exigen periodos más largos de producción, el nivel de complejidad y los riesgos son mayores. Mieli se enfrentará pronto a esta problemática porque tiene que filmar la tercera temporada de My Brylliant Friend, la adaptación de HBO de los best sellers de la autora Elena Ferrante. Es una producción de una escala enorme. Tan solo su set, el barrio donde acontece esta historia situada en los años 50 y 60 en Nápoles, es el segundo más grande de Europa, sólo por detrás de los de Game of Thrones.

“Tengo que arrancar la nueva temporada de My Brylliant Friend, que comprende 26 semanas de filmación”, explica Lorenzo. “Eso significa un equipo muy grande, pero estamos tratando de reducirlo y pensando en cómo podemos manejarlo, porque además el tiempo que dure la filmación es una gran interrogante. La pregunta que me hago todo el tiempo es: ¿podemos hacer una proyección de nuestra vida a 26 semanas? Mi respuesta honesta es que no. Así que es muy engañoso todo”.

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