
“La batalla entre las salas de cine y la televisión vía streaming ha vivido un triunfo por knock out a favor de las plataformas. Es un triunfo un poco injusto porque hay un rival [el cine] al que no le tocaron ni siquiera la campanilla”, dice el productor chileno Juan de Dios Larraín, reconocido por las recién estrenadas series El Presidente y La jauría, pero también por financiar y planear la logística de los proyectos de su hermano Pablo Larraín, la punta de lanza del cine chileno con alabados filmes como No, Neruda y El Club.

La balanza del sector del entretenimiento y la cultura pop ya se inclinaba a favor de las plataformas de streaming, pero lo que se proyectaba como una transformación a mediano plazo se aceleró en los últimos tres meses debido al confinamiento por la pandemia del coronavirus, ya que esto se tradujo en una voracidad por consumir el contenido que éstas ofrecían, sobre todo las series.
El dato más contundente es que, debido a la cuarentena, Netflix reportó un incremento de 16 millones de nuevos suscriptores en abril pasado, el mayor de un trimestre en su historia. En contraste, las salas de cine estiman una pérdida de 5,000 millones de dólares de taquilla global, según un artículo de The Hollywood Reporter.

“Nos hemos dado cuenta que para vivir necesitamos bastante menos de lo que creíamos y, teniendo eso claro, las formas de expresión artística forman parte de lo esencial ahora, porque llenan el espíritu”, explica Juan de Dios en exclusiva para Life and Style, vía zoom, desde Santiago de Chile. “ En este tiempo de pandemia, lo más importante es conservar el alma en calma, el cuidado del espíritu es probablemente el ejercicio más importante, y el arte y el amor son también los insumos más vitales”.