El tenista serbio, de 33 años, había anunciado horas antes que tanto él como su esposa Jelena habían dado positivo al COVID-19, uniéndose a los casos del búlgaro Grigor Dimitrov, el croata Borna Coric y el serbio Viktor Troiki.
Todos ellos se contagiaron, supuestamente, el pasado fin de semana, cuando Belgrado fue escenario de la primera etapa del Adria Tour, un torneo de exhibición organizado por Djokovic, en el que se autorizó la presencia de público (4,000 personas) sin respetarse las medidas sanitarias para prevenir el contagio del COVID-19.
"Todo lo que hicimos los organizadores y yo en el último mes, lo hicimos desde el corazón y con intenciones sinceras", se justificó Djokovic, precisando que no tiene síntomas de la enfermedad.
"Creíamos que el torneo cumplía con todos los protocolos sanitarios y nuestra región parecía en buena situación para unir a la gente por razones filantrópicas", añadió Djokovic.
"Estábamos equivocados y era demasiado pronto" para celebrar un evento deportivo de este tipo, admitió.
El torneo fue testigo de gradas llenas durante la etapa inaugural en Belgrado, jugadores abrazándose en la red, posando para fotos y asistiendo a conferencias de prensa juntos.
Djokovic organizó salidas nocturnas en Belgrado para los jugadores y se publicaron fotos y videos en las redes sociales de él bailando con los otros participantes en su evento.