Se cancelan los besos en Hollywood

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También habrá un cambio considerable en el tamaño de las producciones. En el futuro cercano, todas las películas que se filmen —incluso las de estudios de cine, acostumbradas a sets enormes con grandes staffs— ahora se parecerán a los rodajes de películas independientes: se trabajará en su mayoría en estudios cerrados y no en locaciones, para tener más control de los equipos, que estarán conformados sólo por los técnicos estrictamente esenciales para filmar. Estos tendrán que usar cubrebocas y guantes todo el tiempo, además de emplear equipos cinematográficos personalizados (no se podrán compartir cámaras o lentes).

Los rodajes internacionales como los de las franquicias de Misión Imposible y James Bond que se realizaban hasta en cinco países, no se podrán ejecutar hasta mediano o largo plazo. Si se llega a filmar en el extranjero, será en países en donde la pandemia esté controlada, como Islandia, Corea del Sur y Nueva Zelanda; en los primeros dos países, Netflix no ha dejado de filmar, por ejemplo.

Las áreas de alimentos serán completamente rediseñadas y se alternarán los horarios. Las compañías encargadas del catering estarán sujetas a rigurosos controles sanitarios.

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Una efecto de la pandemia es que podríamos ver no tantas películas con estrellas de cine, pues según revelaron algunos representantes de famosos, muchos pesos pesados de Hollywood —que pueden costearse uno o dos años sabáticos— se resisten a trabajar durante esta crisis sanitaria, por temor a su seguridad y la de sus familias.

Otra de las medidas más extremas que valoran los expertos de la industria es que los equipos, además de checarse la temperatura antes de entrar al set, se podrían aplicar una prueba de anticuerpos para así garantizar aún más que los participantes en la producción corran menos riesgos ante la posibilidad de contraer Covid-19.

No importa si se filma una película romántica (sin besos), los sets de las afortunadas películas que se puedan hacer, parecerán una escena de ciencia ficción.