“Empezaría con nuestra liberación en diferentes estados (de Estados Unidos). Y después abriríamos un club en Ámsterdam”, comentó Madsen. Sin embargo, el filme nunca se concretó porque todos los involucrados comenzaron a trabajar en otros proyectos y la idea se tornó poco viable.
Tarantino, pese a eso, no la descartó del todo e incluso consideró emplear otros actores. “Se le ocurrió que podrían ser los gemelos de Vic y Vincent, que se conocían luego de la muerte de sus hermanos”, explicó Madsen. “Era muy complicado, pero cuando Quentin discute una idea, es muy fácil aceptarla”.
Con Reservoir Dogs (1992), Tarantino ganó fama internacional y, de inmediato, se convirtió en un director de culto, admirado por sus diálogos ingeniosos, su conocimiento enciclopédico del séptimo arte y la violencia de sus cintas. Dos años después estrenó Pulp Fiction, que significó su consolidación y lo llevó a ganar su primer Oscar a Mejor guión, además de la Palma de Oro del Festival de Cannes.
Madsen es uno de sus actores fetiche, pues además de Reservoir Dogs, ha aparecido en varios filmes del cineasta estadounidense: las dos entregas de Kill Bill, The Hateful Eight y la reciente Once Upon a Time in Hollywood.