Si a Leila Guerriero se le considera la mejor cronista latinoamericana de la actualidad, es quizás porque obviando el particular punto de vista con el que aborda personajes y temas, posee una amabilidad que hace que cualquiera baje la guardia; una actitud tan afable que logra que los extraños la sientan cercana y le cuenten la verdad sobre sí mismos; una ligereza en su trato que le permite que aquellos en los que posa su mirada se dejen ver como pocas veces.
Resulta natural llegar a esta explicación sobre su éxito como escritora de perfiles con solo tratarla unos minutos. Eso transmite la periodista argentina —una cierta calma zen— cuando aparece puntual en el lobby del hotel Meliá de Paseo de la Reforma y saluda con una gentileza delicada, con un apretón hecho de la fuerza justa. Con esa mano, la columnista de El País Semanal ha estrechado la de políticos, artistas, deportistas y demás personajes que simbolizan esos temas que la obsesionan: el poder, la injusticia, la rareza, la catástrofe, la tragedia... Con esos dedos espigados ha escrito los perfiles del cantante Fito Páez, el poeta Nicanor Parra, la bailarina de tango María Nieves, el artista plástico Guillermo Kuitca y otras figuras que conforman el mapa sociocultural de Latinoamérica.
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