El personaje que marcó a Anthony Hopkins
Un actor como sir Anthony Hopkins (31 de diciembre de 1937, Port Talbot, Reino Unido) trasciende a cualquier personaje, o casi.
Entre otras personas, ha sido mayordomo (Lo que queda del día, 1993), médico (El hombre elefante, 1980), cazador de vampiros (Drácula, 1992), militar (Leyendas de pasión, 1994) y… caníbal (El silencio de los inocentes, 1991).
De hecho, él ha trascendido al exquisito Hannibal Lecter , o bueno, en parte. Quien de plano no podido es el resto del mundo, que se encarga de recordárselo en voz de los periodistas cada que lo entrevistan o bien al identificarlo sólo con el psiquiatra de El silencio de los inocentes, ¿por qué?
Para empezar es un caníbal, pocos hemos visto en los grandes medios y menos en el cine, quizá apenas ahora con la serie del personaje de Sony . La película alcanzó una fama inmensa justo porque el protagonista come carne humana por placer (es sutil y exquisito, no un antropófago sin ton ni son). Y para satisfacer esa necesidad o gusto debe ser un asesino. He ahí el combo perfecto en el libro de Thomas Harris y la película de Jonathan Demme para atraernos.
Lo mejor es lo sublime del personaje, un médico culto, sofisticado, atractivo, muy inteligente y el propio Hopkins, quien le dio además un aire seductor y cínico cuando él contaba entonces con 54 años de edad.
El filme ganó los principales y más famosos premios de cine en 1992, y por supuesto Hopkins se los llevó todos como actor. La fama se hizo inmensa incluso para un intérprete como él con una trayectoria que comenzó en 1968 nada menos que con el clásico El león en invierno. Parte del éxito de la película es que “a pesar” de ser muy buena y estar perfectamente realizada fue accesible para millones de personas, que, irremediablemente, relacionan al actor con su personaje.
En una de tantas ocasiones en que Hopkins ha dicho que se arrepiente de haber interpretado a Hannibal (al menos en dos películas más, Hannibal, 2001, y El dragón rojo, 2002), hay una declaración interesante de 2016 en una entrevista con el sitio The Wrap en la que habla de Hannibal: “Lo hice una vez. Cometí el error de hacerlo dos veces, tres veces. "El silencio de los inocentes está bien. Fue una buena película". De esa forma tan simple se refiere a un filme que movió masas. Cuando le preguntaron si volvería a interpretar a Hannibal, sólo dijo "no".
Sin embargo, el sofisticado personaje no es objeto de odio del actor, le reconoce cómo lo “ayudó” en un momento clave en su vida. Lo hizo en una entrevista con la web 20 minutos en la promoción de El rito (2011): “Recuerdo que caminaba en Nueva York: mi madre estaba muy enferma, hospitalizada en Los Ángeles, y vi un cartel gigante en Broadway con mi rostro encarnando a Lecter. En ese momento me di cuenta de lo que significaba el personaje para mí: era él el que estaba pagando las carísimas operaciones de mi madre, el que podía salvarla, el que se ocupaba de todas mis facturas. Así que no: no me importa hablar de Lecter, porque cambió mi carrera, me dio el Oscar y, sobre todo, salvó a mi madre. Sólo por eso ya valía la pena”.