¿Cómo es la vida de una 'conejita' de Playboy?
Jeni Summers comenzó su carrera siendo porrista de NFL con Tampa Bay Buccaneers, sueño de todo hombre. Pero aún hay más, terminando su carrera, es decir, en su retiro, fue contratada por Playboy , para convertirse en una cotizada conejita del millonario Hugh Hefner.
Sí, ella vivió una y otra vez las fiestas en la famosa mansión, experimentó el glamour de las alfombras rojas, y sí, conoció a nuestro ídolo Hefner .
“Fue una de las personas más inspiraciones que conocí. Con estar simplemente parada a su lado, se sentía la energía, la personalidad y la inteligencia de esta leyenda”, aseguró la playmate.
“Este ícono hizo muchas cosas positivas, no sólo por la mujer, sino por la política en Estados Unidos. Era un hombre que tenía un voz, un poder que lo usó para hacer cosas muy positivas”. Incluso, Jeni cree firmemente que Hefner dio oportunidad a las conejitas “de sentirse orgullosas de sí mismas, de ser mujeres, de tener una voz y de expresarse así mismas de una manera artística”.
En cuanto a las fiestas, Summers dice que es como se ve en las películas , glamourosas, grandes, con muchos colores. “Las bebidas y la comida eran espectaculares. La diversión nunca terminaba y siempre conocías a nuevas personas”.
¿Y que hacía Jeni toda la noche? (No pienses mal) Bailaba y se divertía con sus amigas, también cuenta que siempre había algunos perfomances al estilo Cirque du Soleil que entretenían a todas las conejitas en el lugar. “Era como un Disney World de adultos", mencionó Summers en entrevista exclusiva.
Ahora bien, no todo es diversión y fiesta pues para ser una conejita de Playboy debe existir disciplina, mucho ejercicio y hacer una dieta estricta. Summers, por ejemplo come cinco veces al día y en tres de sus comidas se alimenta de 180 grms de proteína y casi nada de carbohidratos. Su actividad física consiste en practicar box, correr y hacer muchos abdominales y squads.
Actualmente, vive en México, por toda su experiencia se ha convertido en mánager de las otras conejitas que viven en mansión de Playboy México. Le dicen “mama bunny”, pues no sólo las cuida y dirige sus carreras, sino que trabaja en todo lo que tiene que ver en la producción de fotos.
Por cierto, adora nuestro país, ama los tacos (antes era vegetariana), la gente y le gusta el fútbol; su favorito es el Cruz Azul. Acéptalo, no se le puede pedir más a este sueño de mujer.