La foto que Salvador Dalí nunca le concedió a Andy Warhol
Aquí, en el interior del St. Regis de Nueva York, Andy Warhol solía visitar al maestro Salvador Dalí cuando éste se hospedaba en una suite del hotel. La imagen en la memoria colectiva es hechizante: en una ocasión, Dalí ató a Warhol a una tabla giratoria y derramó pintura sobre él; a cambio, el artista español debería posar para la cámara de Warhol.
Eso jamás sucedió para desfortunio del delirante Warhol, pues Dalí sólo le tomaba el pelo, siempe se negó a retratarse. Sólo jugueteaban, se correteaban en la habitación como queriendo capturar la disparatada pero inmaculada imagen del genio.
El St. Regis de Nueva York fue el hogar del artista plástico más grande del siglo XX durante 14 años; Salvador Dalí realizó aquí sus últimas obras, la mayoría de ellas de aspecto religioso, como La Crucifixión o La última cena.
Sin embargo, hoy no existe una sola prueba del paso del artista por este lugar –hubo un momento en que el vestíbulo principal del St. Regis ostentaba una escultura grande de Dalí, el bronce dramáticamente surrealista llamado Mujer con cabeza de flores, de 1981.