Justin Timberlake abrió de una manera muy peculiar la ceremonia de los Oscars al entrar cantando y bailando su útlimo éxito 'Can't Stop The Feeling', para después deleitarnos con un remix en medio de la canción. Lleno de coreografías, coros gospel, y mucho movimiento, Justin y sus músicos abrieron con el pie derecho la entrega de premios más esperada del año.
Puso a todos los asistentes a bailar y presentó a su compañero y amigo, Jimmy Kimmel.