10 discos icónicos que están cumpliendo 50 años

Era el 1 junio de 1967, el día que apareció en los anaqueles
el Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de The Beatles; la multitud se sentía enardecida tras el discurso de Martin Luther King Jr. en Nueva York cuando denunció el genocidio perpetrado por el ejército estadounidense en Vietnam. Para unos, 1967 fue el año del Verano del Amor, para otros significó el momento más cálido de la Guerra Fría, en cambio, algunos soñadores lo consideraron el instante para los sueños de esperanza y revolución.

El grande Germán Valdés Tin Tan prefirió hacer el doblaje del oso Baloo en El libro de la selva, en lugar de aparecer en la portada del Sgt. Pepper’s diseñada por Peter Blake. Cuenta la leyenda que Ringo Starr recibió un paquete procedente de Metepec con un remitente que decía: "Saludos de Tin Tan". Así, entre Edgar Allan Poe y Richard Merkin, debajo de la actriz Diana Dors, encontramos al representante el cómico mexicano: un árbol de la vida diseñado por un alfarero de Metepec.

El disco es una oda a la perfección: idea musical, arte de portada y tecnología de grabación. La experiencia se vuelve estremecedora al escuchar los arreglos orquestales con el acorde de piano que envuelve a “A Day in the Life” (esta parte de piano fue grabada con tres instrumentos tocados al mismo tiempo por diez manos: las de Lennon, McCartney, Starr, el productor George Martin, y el roadie Mal Evans). Es el álbum que anunció el principio del fin para The Beatles, el adiós a los escenarios y el momento en que colgaron sus trajes para dejarse las barbas y melenas largas. El disco se convirtió en el soundtrack de los días de la psicodelia, el ácido y el amor. “Lucy in the Sky with Diamonds”, “Within You Without You”, With a Little Help From My Friends” o “When I’m Sixty Four” son himnos de una explosión delirante de júbilo que sonorizó los mejores días de nuestras vidas.

Parece que el viejo amigo Andy Warhol sólo sabía decir: ¡Guau!, declaró Lou Reed, a pesar de que su nombre aperce en los créditos de este disco como productor, pero según Reed, ese individuo lánguido y pelos alborotados de Warhol se limitó a diseñar su famosa portada con el plátano fácil de pelar y a permanecer sentado en el estudio exclamando de vez en cuando “¡Oh, es absolutamente fantástico!”.

De este disco se han dicho muchas cosas , como que es considerado el primer álbum alternativo de la historia, y francamente, es uno de los más comercialmente "alternativos". Eran tiempos de psciodelia, de LSD, de sexo desenfrenado, entonces, este disco bien puede ser el resultado de una noche de sexo, drogas y rock & roll. Suena a eso, y suena delicioso. Pero Lou Reed era transgresor y lo suyo era la heroína, así que el sonido adquiere dimesniones más salvajes, crudas, y la intervención de Warhol en el arte y en ponerles a la cantante alemana Nico que hace de este disco una experimentación sonora accidental que se antoja exquisita.

Emprendiendo el viaje psicotrópico hasta lo más alto de la genialidad: The Piper At The Gates of Dawn, el disco debut de Pink Floyd y piedra angular de un camino que se veía espectacular. Syd Barrett tocado por los dioses del alucín, escribió las más delirantes piezas que derrocan LSD, explosiones sonoras, un nuevo y fértil camino para el rock experimental, atmosférico y psicodélico. Basta con escuchar maravillas como "The Gnome", la implecable "Astronomy Domine" y la infalible e inmaculada "Interstellar Overdrive". Te llevan a espacios que jamás antes habías visitado.

Este disco en particular, no fue entendido en su momento, pero refleja a unos Rolling Stones explosivos, genuinos, inquietos, puros. Their Satanic Majesties Request hace referencia a un texto que aparece en el pasaporte británico: “Her Britannic Majesty requests and requires…” (“Su majestad británica solicita y requiere…”). Así de insolentes, así de inocentes, así de ingeniosos. Esos eran los Stones que habían llegado al mundo para escupirle en la cara y ser levantado en hombros.

El disco recibió fuertes críticas por haber penetrado los fangos delirantes de la psicodelia, maldecido por unos, pero bendecido por los exquisitos oídos de quienes querían un buen pasón de música. Y al ritmo de "She’s A Rainbow", "Citadel" y "2000 Light Years From Home" se volvieron en "Sus Satánicas Majestades" (sí, así, con mayúsculas) para el mundo entero.

En 1967, Pete Townshend tenía un puñado de canciones que parecían sueltas pero que en su resultado final adquirieron sentido. The Who Sell Out es un álbum conceptual que rinde homenaje a las radios piratas con "Radio London". "Wonderful radio London...., 1,2,3.. 4!", pasa el anuncio y suena la trompeta circense y majestuosa de Entwistle.

The Who Sell Out es uno de los grandes discos que nos dio 1967. Incomprendida en su momento pero que con el tiempo se ha convertido en sublime.

Desde que comienza este disco, "Break On Through (To The Other Side)" es la canción que te toma, te sacude, te pervierte, jamás serás el mismo. Pero el viaje no termina hasta que llega "The End", la pieza que cierra magistral este álbum. Sin duda, uno de los grandes discos debut de todos los tiempos. El sonido de Los Ángeles jamás sería lo mismo.

The Doors tenía la onda, estabpara poder competir con la ola psicodélica que se gestaba en Inglaterra. Con el nombre sacado del libro de Aldous Huxley, "The Doors of Perception", Jim Morrison y compañía se hacían camino desde West Hollywood y sus clubes como Whisky a Go Go y London Fog.

Are You Experienced?, es una gran interrogante a uno de los mejores disco debut de todos los tiempos. James Marshall Hendrix formó The Jimi Hendrix Experience y así le dio foma y sentido a los Power Trío. La grabación hecha en Londres, pero ver en vivo a Hendrix fue lo mejor que le pudo haber pasado a los afortunados que así lo cuentan. Experimental, sobredotado, genio, Hendrix fue un maestro en todas sus dimensiones.

De pie ante uno de los mejores discos de 1967: este tuvo una suerte distinta, la psicodelia no era su meta, sino la cadencia riquísima del funk. Sólo de recordar cada una de sus rolas se pone la piel "chinita". "A House Is Not A Motel" es una de las canciones más soberbias del disco que se recomienda escuchar a todo volúmen.

El power trio por excelencia: Clapton, Bruce y Baker, en otras palabras, Cream editaron esta maravilla que pone la piel chinita de principio a fin. Creado a manera de jam session (o palomazo), cada uno de los músicos brilla con luz propia, son uno bárbaros, unos genios. Con letras de Pete Brown, la música es un viaje VTP a las islas de la maravilla y el asombro. Perfecto, intenso, magnético que se luce con rolas como "Sunshine of Your Love" o "Strange Brew".

Como para acompañarse con una copa de vino, el disco debut de Leonard Cohen debe deleitarse lento, en calma, con atención. Pocos álbumes de debut pueden igualar la calidad, profundidad y talento que emanaba Cohen. Es un disco íntimo, con poesía, que es mejor descubrir tan pronto como sea posible.