Esta es la película de terror más fuerte del año
Ni la controversial Tenemos la carne de Emiliano Rocha, que tuvo el récord de salidas a la mitad de la cinta en el Festival de Sitges, ni Raw de Julia Ducournau, que sus escenas gráficas provocaron que una muchacha dejara el cine en ambulancia el Festival de Toronto, son las películas de terror más repulsivas del año. El medio centenar de estudiantes que se tapaban los ojos en la sala del Festival Internacional de Cine de Los Cabos me podrían respaldar: Este año, el premio es para ¡un documental!
Así es señores, Morgan Spurlock, el director nominado al Oscar por dejarse engordar por los McTrios en SuperSize Me y captó la vida de One Direction en Tour con This is us (¿alguien tenía que pagar la renta?). Ahora presenta Rats, y como seguramente ya adivinaron, trata sobre estos discordantes roedores…
Ratas que invaden ciudades enteras, ratas que aprenden de sus errores para no ser exterminadas, ratas que se orinan o acaban en tus platillos de cocina, ratas que son encarnaciones de tus familiares muertos. El cineasta viajó por varias ciudades del mundo para documentar, muy gráficamente, como estos animales se apoderan de cultivos, restaurantes y ciudades. Y cómo el ser humano repite el mito de Sísifo tratando de eliminarlas. ¡Vaya relación!
No sólo es el tema el que enchina la piel, sino que este documental utiliza todos los trucos del género: apariciones súbitas, intercortes en flash, una pista sonora intensa y efectos de sónido para que saltes de la butaca. Hay que verla bajo el riesgo de que se quede contigo como un embrujo, con esa sensación de que el monstruo está debajo de tu cama, viéndote, que está cerca de la cuna de tu hijo, infectando la comida y, oh sí señores, queda bien registrado que las ratas saben nadar de regreso por los excusados (consejo cinematográfico: siempre cierra la tapa). Paranoia.
El futuro, según el documental, no es muy halagador: al menos hay un rata por cada persona en Nueva York, pero es tal la cantidad de basura que se deja en calle que su subsistencia está asegurada por años y años. Es más, es probable que ellas se queden más tiempo en este planeta que la propia raza que las caza…
