Deporte y narcotráfico, una peligrosa relación en México
Los deportes y el narcotráfico conviven muy de cerca desde hace varios años. “Dinero llama dinero”, asegura el refrán, y los casos de varios profesionales del deporte, cuya relación con los grupos del narcotráfico se ha hecho pública, lo respalda.
Aquí los más sonados que a muchos sorprendieron.
Esteban Loaiza
El ex liga mayorista mexicano fue sorprendido en posesión de, al menos, 20 kilogramos de droga (entre cocaína y heroína). Su detención ocurrió en San Diego, California, el pasado viernes 9 de febrero.
Días después, el Departamento del Sheriff de San Diego corroboró que su detención derivó de una investigación al narcotráfico -que sigue activa-, e informó que la droga hallada en su casa está valuada en medio millón de dólares.
El pitcher, nacido en Tijuana, lanzó 13 años en la MLB (1995-2008) y registró un balance de 126 victorias por 114 derrotas.
Jared Borgetti
“El Zorro del Desierto”, como se le conocía en el mundo futbolístico, estuvo ligado al Cártel de los Arellano Félix, en 2013.
El ex futbolista asistió a la celebración del cumpleaños número 63 de Francisco Rafael Arellano Félix -capo de la organización-, quien fue asesinado esa misma tarde, por un hombre disfrazado de payaso. Todo esto en un hotel de Los Cabos , Baja California.
Un día después del homicidio, la Procuraduría General de Justicia del Estado confirmó que el ex seleccionado nacional estuvo en la celebración.
Rafael Márquez
El cuatro veces mundialista y ex central del Barcelona, fue señalado, por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, como un eslabón en una estructura de lavado de dinero del narcotraficante Raúl Flores Hernández.
El zaguero del Atlas tuvo que alejarse de las canchas por varios meses; esto sucedió en agosto del 2017 y, después de una larga serie de procesos, Márquez fue retirado de las investigaciones, pues “no se encontraron elementos suficientes para seguir con las indagaciones en su contra, por el presunto lavado de dinero y vínculos con la delincuencia organizada”, oficializó la Procuraduría General de la República, apenas en enero del 2018.
Omar "Gato" Ortiz
La historia del ex guardameta profesional es una de las más oscuras en el deporte mexicano. Ortiz Uribe se desempeñó como portero durante ocho años, pero no lo recordamos por sus oportunas atajadas, sino por su participación en una serie de secuestros relacionados con el Cártel del Golfo.
El ex jugador de equipos como Monterrey, Necaxa y Atlante, confesó en 2012 haber cobrado 100 mil pesos por cada plagio en el que participó. Actualmente, Ortiz permanece encarcelado, en el Penal de Cadereyta, en su natal Nuevo León.
Julio César Chávez
La leyenda del boxeo mexicano, Julio César Chávez, aceptó en varias ocasiones que los narcotraficantes son "sus amigos" y que lo buscan porque es su ídolo, como cualquier otro mexicano.
“Los conozco a todos. Me han llamado y he tenido que ir, porque si no ustedes saben lo que le pasa a uno. Me matan, matan a mis hijos”, confesó en 2012 el ex pugilista, quien terminó su carrera con un récord de 107-6-2.
Omar Chávez
El hijo menor de Julio César Chávez también se presentó a la fiesta de Francisco Rafael Arellano Félix, en 2013. Según el semanario Zeta , Chávez Carrasco atendió la invitación acompañado de, por lo menos, 10 personas.
Cuauhtémoc Blanco
El ahora alcalde de Cuernavaca tiene varias vinculaciones con el narco en Morelos. Primero, en enero del 2016, el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, acusó a varios funcionarios y asesores del ex futbolista del América de “querer que Guerreros Unidos opere en Cuernavaca”.
Concretamente, Ramírez señaló al titular de la Policía Municipal, Carlos de la Rosa, y al secretario general del Ayuntamiento, Roberto Yáñez.
Meses después, ese mismo año, Cuauhtémoc Blanco incorporó a su equipo de trabajo (como secretario municipal) a Guillermo Arroyo Cruz, un abogado que en 2009 defendió a dos presuntos operadores financieros de los Guerreros Unidos, la organización delincuencial con más presencia en la entidad.
Blanco jamás ha sido juzgado legalmente por sus presuntos nexos con el narcotráfico.
José Pablo Tostado
Este campeón del mundo Sub-17 en 2011, tiene vínculos con el narcotráfico, pero únicamente sanguíneos.
Su bisabuelo (Rigoberto Tostado), su abuelo (Pablo Tostado) y su papá (Pablo Tostado Zamudio), murieron en situaciones ligadas al crimen organizado. El último club que registró a José Pablo fue el Irapuato, en 2014.