El gobierno había avisado que el proyecto de comenzar la temporada en el circuito Red Bull Racing no sería aceptado si la organización no aportaba todas las garantías de seguridad sanitaria.
"Además de medidas de higiene estrictas, el plan prevé test y reconocimientos médicos regulares para todos los equipos y los empleados", precisó el ministerio.
"El elemento crucial será la coordinación estrecha entre la organización y las autoridades sanitarias regionales y locales", añadió.
El gobierno desea que el evento se organice como "circuito cerrado", quiere decir, sin contacto con la comunidad, a la excepción de los locales implicados en la gestión de la carrera.