Conoce la primera SUV híbrida de Mercedes-Benz
El CEO de la compañía alemana dio a conocer en la capital francesa el nuevo enfoque que va a guiar al fabricante alemán durante los próximos años, un plan cuyas primeras consecuencias ya se han hecho patentes en nuestro país con la llegada de los primeros modelos híbridos de Mercedes-Benz. A la cabeza de éstos se encuentra la GLE 500e plug-in hybrid, la primera SUV híbrida de la lujosa firma.
El nuevo modelo debuta en México con una imagen un poco más cuadrada que la de su hermana, la GLE Coupé. Pero lo primero es lo primero: en el corazón de esta SUV premium se encuentra un V6 twin turbo de 3 litros capaz de generar 328 hp. Por su lado, el motor eléctrico está habilitado para desarrollar 114 hp extras, dando un total de 442 hp cuando ambas ingenierías se combinan. Una potencia más que notable para un vehículo de más de 3,000 kilos que genera unos escasos 78 g/km de CO2. En cuanto al tiempo de carga, sus creadores aseguran que se puede lograr en poco más de dos horas.
Como ya nos tienen acostumbrados los autos híbridos, la GLE cuenta con varios modos de consumo. En primer lugar, el Hybrid, que selecciona automáticamente el modo más conveniente de consumo para rendir más. Lo sigue el E-Mode, completamente eléctrico, que otorga hasta 29 kilómetros de alcance. En tercer lugar tenemos el modo E-Save, que conserva el estado de carga de la batería para poder usarlo más adelante. Y, por último, se ofrece el modo Charge, en el cual la batería se carga mientras el auto se encuentra en movimiento o en reposo.
SEGURA Y ECOLÓGICA
Más allá de deslumbrarnos con su ingeniería y su suntuosidad, Mercedes ha apostado por perfeccionar dos pilares esenciales en la industria automotriz del presente, como lo son la seguridad y el respeto por el medio ambiente. Equipada con sistemas activos y pasivos sobresalientes, la GLE 500e plug-in hybrid supera con creces la calificación de seguridad de sus antecesores gracias al uso constante de alertas para evitar inconvenientes, en busca de un manejo seguro. Además, en caso de peligro, se activan sistemas preventivos y protectores que reducen el riesgo de accidente de forma más que notable, como el antibloqueo de frenos, el control de tracción y un asistente de prevención de colisiones. Y, en el caso de que, aun así, la colisión tenga lugar, los puntos deformables, las bolsas de aire y los tensores de los cinturones de seguridad se ocupan de reducir al máximo las posibilidades de salir dañado.
LA PUSIMOS A PRUEBA EN PUEBLA
Una nueva generación de opciones de ocio —restaurantes de autor, hoteles que transforman algunas de las primeras zonas urbanas del país, proyectos arquitectónicos firmados por los grandes nombres de la disciplina y una creciente cultura mezcalera— están devolviendo a Puebla, en particular su capital, su lugar entre los grandes destinos de México. Por eso lo escogimos como escenario para poner a prueba y fotografiar la GLE 500e plug-in hybrid.
La expresión renovada que se dibuja sobre el rostro histórico de la urbe invita a un necesario redescubrimiento. La suma de épocas que se despliega en las calles del centro la vuelven irresistible, y su afortunada cercanía con el aeropuerto de la Ciudad de México —apenas 120 kilómetros que corren ante el dramático telón de fondo volcánico— hace que la mejor manera para llegar, de visitantes nacionales y extranjeros, sea por carretera, en un camino que combina tanto tramos carreteros modernos, como senderos off-road.
Los proyectos de infraestructura vial que pretenden acercar ambas ciudades, delinean, poco a poco, un contraste tan atractivo como el que germina en el corazón de Puebla. El diálogo del presente y la historia se tenía que extender a sus vías de acceso. A los nuevos caminos, perfectos para las catárticas descargas de velocidad que siguen a cualquier salida de la capital, y en donde el vehículo encuentra el escenario ideal para presumir sus cualidades urbanas, se contraponen las veredas de tierra y arena que se alejan de la autopista en dirección a los volcanes.
Es precisamente en el Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl en donde encontramos la primera oportunidad para analizar, desde el asiento del piloto, el carácter bipolar de la travesía. La subida rocosa desde el Paso de Cortés, entre pastizales y una que otra serpiente que huye dibujando su rastro entre las piedras, demuestra la capacidad de respuesta de la camioneta frente a los elementos naturales. El terreno árido y, en ocasiones, accidentado, desemboca en La Joya, la primera parada de un road trip que en pocos kilómetros logra retar al vehículo y consentir al conductor.
La escapada, ideal para un fin de semana, comienza de cara al paisaje extraterrestre que se extiende en las faldas (o los pies) del Iztaccíhuatl. Incluso, si nos preguntan, diremos con seguridad que la primera noche se debe pasar aquí, acampando a más de 3,500 metros sobre el nivel del mar, en donde el silencio sólo se interrumpe por los sonidos que imaginas. A tu lado necesitas un vehículo que, además de poder cargar un campamento, soporte el carácter de la montaña contigo. Como la nueva SUV de Mercedes. En especial, si la visita se realiza en temporada de lluvias (de mayo a octubre) o de nieve (entre noviembre y febrero).
