Te contamos por qué no te puedes perder 'El Planeta de los Simios: La Guerra'
Matt Reeves repite turno al bat a cargo de la dirección de El planeta de los simios: la guerra, tercera entrega de la segunda tanda de esta franquicia que iniciara en 1968 con la icónica cinta que estelarizara Charlton Heston.
En esta ocasión, Reeves vuelve a cumplir con presentar una buena película de acción y aventura que hace gala de los más espectaculares efectos visuales.
Acostumbrados, como estamos ya, a que cualquier cosa puede tomar vida en pantalla, gracias a la magia del CGI (Computer Generated Imagery), es fácil pasar por alto el increíble trabajo de motion caption que tiene la cinta. Es sorprendente notar, por ejemplo, las expresiones de Andy Sarkis reflejadas en las facciones de César, el líder de la nueva raza de simios que, como pudimos ver desde Confrontación, ha empezado a evolucionar a causa del mismo virus que acabó con una buena parte de la humanidad.
Es posible que para muchos nostálgicos de la saga original la historia no sea la mejor, ya que aunque teje hilos sueltos y –finalmente- nos muestre para dónde van la trama y los personajes, le falta fuerza en los cuestionamientos morales sobre la naturaleza humana que planteaba El planeta de los simios en sus inicios.
Woody Harrelson está excelente en su papel de coronel rebelde, aunque se parezca más de lo necesario al coronel Kutz de Apocalipsis ahora y no se quite los lentes obscuros ni cuando está lloviendo y es de noche. Pero quizá el punto más bajo de El planeta de los simios: la guerra sea la inclusión del personaje de Bad Ape, un simio cuyos comentarios son peores que los de Jar Jar Binks.
Con todo, la cinta es garantía de entretenimiento y a una semana de haberse estrenado ha recaudado poco más de 118 millones de pesos en nuestro país, lo que sin duda es muestra de que El planeta de los simios: la guerra cumple, ante todo, con su principal objetivo: reventar la taquilla. Habemus simios para rato.