Cryo Glow: pusimos a prueba la máscara de luces LED y esto ocurrió

Incorporando una combinación de luces rojas, infrarrojas y azules, así como una tecnología para el enfriamiento para el área de los párpados inferiores , su uso regular puede ayudar a reducir líneas de expresión e inflamación, reafirmar la piel, mejorar el brillo y la apariencia de suavidad y reducir las ojeras.

El tamaño de la caja de la Cryo Glow es bastante impresionante, considerando que su contenido es una máscara rígida que recuerda un poco a la que llevaba puesta el protagonista de El hombre de la máscara de hierro, solo que esta es de plástico color gris claro.

Por la parte interior, tiene unas gomas a la altura de la frente y en el contorno de los ojos, así como unas placas de metal que se apoyan sobre los pómulos y los párpados inferiores. Para facilitar el ajuste, cuenta con unas bandas elásticas en la parte superior y trasera que se pueden apretar o aflojar dependiendo de las necesidades de cada usuario. También tiene integrado un cable que la conecta a un control con el cual se puede encender y apagar, así como seleccionar el programa que se aplicará.

Antes del primer uso, es necesario cargarla completamente con la ayuda de otro cable que se adapta al control y que permite conectarla a la corriente eléctrica. La carga completa permite usarla aproximadamente cuatro veces. Las rutinas disponibles son cuatro –revitalizador facial, piel limpia y radiante, mantenimiento de la piel y enfriamiento del área de debajo de los ojos– y tienen duraciones de entre cuatro y ocho minutos. Dependiendo de la que se elija, la máscara irá encendiendo luces de distintos colores que aportarán los efectos antes mencionados.

El control es bastante intuitivo y sencillo de usar, y lleva un registro de las rutinas que se van aplicando al rostro. En términos generales, se recomienda utilizar la máscara una vez al día durante una a ocho semanas para comenzar a ver los resultados de forma más evidente, aunque es verdad que desde el primer uso se pueden apreciar mejoras como disminución de irritación y rojeces. La indicación es utilizarla con el rostro limpio y sin haber aplicado ningún tipo de producto cosmético.

Durante el uso, la máscara emite un leve sonido y las placas que se localizan debajo de los ojos se enfrían para ayudar a desinflamar los párpados inferiores y a disminuir las ojeras. Al usarla la primera vez, la sensación me resultó un poco incómoda y sentí una presión un tanto desagradable sobre los pómulos. En las sesiones posteriores, me fui acostumbrando a la misma, pero la máscara también incluye unas pequeñas placas removibles que se pueden colocar encima de las placas fijas y que hacen que el ajuste sea un poco más suave. Desde luego, la utilidad de las mismas dependerá de la morfología del rostro de cada usuario.

Dependiendo del protocolo elegido, durante la sesión se encienden luces de distintos colores y una vez transcurrido el tiempo, el control da la opción de apagar la máscara o de aplicar otro protocolo. En general, el uso de la máscara es muy sencillo, cómodo y rápido, y los efectos son igualmente benéficos para la piel de hombres y mujeres. Después de concluido el uso, se recomienda la aplicación de los productos de cuidado de la piel elegidos cada persona. En mi caso, siempre solía usarla por las noches, después de bañarme y antes de dormir.

Después de más de tres semanas de uso diario, los cambios que noté fueron una menor inflamación, disminución de las bolsas de los ojos y una ligera reducción de las líneas de expresión, sobre todo, de las patas de gallo. En general, también mejoró la textura de mi piel y, en combinación con el protocolo nocturno de Natura Bissé, fui notando que por las mañanas mi piel estaba en mejores condiciones.

El veredicto de Cryo Glow

En términos generales, Cryo Glow es un equipo de uso sencillo y rápido –es muy cómoda para usarse mientras se está viendo una serie– que da acceso a tecnologías que antes solo estaban disponibles en centros cosméticos. Desde luego, su eficacia está directamente relacionada con la constancia en su uso y creo que habría que considerar que es un dispositivo que necesita de un buen espacio para guardarse, por lo que es ideal para tener en casa, pero no tanto para llevarlo de viaje. Su precio es de 6,999 pesos y puede adquirirse en la página oficial de Shark .

Un aspecto a mejorar es la duración de la batería, pues si se emplea con constancia, habrá que cargarla, en promedio, cada segundo día. Pensando en otros dispositivos similares, también sería interesante que existiera una app descargable que incluyera recordatorios de uso, el historial y recomendaciones adicionales para potenciar sus efectos.