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¿Qué es el consentimiento? 5 características para entenderlo

El consentimiento se construye de manera afirmativa y mutua, pero ¿cómo se logra?
mié 04 diciembre 2024 07:10 AM
foto de una pareja joven: la mujer recostada en la cama y el hombre viéndola de arriba hacia abajo, ambas personas sonríen y se ven cómodas una con el otro.
El consentimiento es importante en todos los aspectos de la vida. Una experta explica qué es y cómo entenderlo.

Hablar de consentimiento importa. Entenderlo, aprenderlo y practicarlo lo transforma en una herramienta valiosa para todo tipo de relaciones, y es un elemento clave para la comunicación, salud relacional y sí, también para la seguridad.

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Sin embargo, aunque ya existe conversación colectiva alrededor del consentimiento, la forma de entenderlo se puede perder entre tanto ruido en redes sociales, discusiones entre amigos y familia, o porque, como la vida misma, el contexto de las situaciones puede hacer parecer que es un concepto confuso.

Como dice el abogado de derechos humanos Christian Gruenberg, “el consentimiento se construye de manera mutua y de forma afirmativa”.

¿Qué es el consentimiento?

Para ahondar en el tema, buscamos a Denisse Flores, psicóloga especializada en educación integral de la sexualidad, quien explica que el consentimiento es “una plática o intervención entre una o más personas donde se habla, discute y reflexiona temas en los cuales se va a llegar a un acuerdo”.

Pero a ver… ¿por qué menciona que el consentimiento puede ser entre una o más personas? porque no solo involucra relaciones sexuales o de pareja, también para otros casos de la vida, incluyendo el trabajo, la amistad y el ámbito familiar.

“Mirar y poner en práctica nuestra asertividad para llegar a un acuerdo y decir lo que quiero, lo que no me gusta y tener un equilibrio entre una o más personas”, dice la psicóloga en entrevista para Life and Style quien, además, es vocera de Prudence.

Un ejemplo fuera del ámbito sexual es cuando a una persona (puede ser tu amiga o tu compañero de trabajo) no le gusta el contacto físico y expresa claramente que no le gustan los abrazos o no le gusta saludar de beso. Ahí está estableciendo un límite claro y el preguntarle “¿puedo darte un abrazo?” es practicar el consentimiento, si te dice que sí, adelante, si te dice que no, respeta su espacio y su decisión.

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CARACTERÍSTICAS DEL CONSENTIMIENTO

Denisse detalla que estas características son elementos que conforman el consentimiento, no es que uno vaya primero que el otro, sino que en conjunto ayudan a crearlo.

Entendiendo esto, y con la guía de la sexóloga Denisse Flores y las anotaciones del abogado Christian Gruenberg, podemos decir que el consentimiento es:

- Entusiasta o afirmativo.

Es decir, que deseamos hacer las cosas. “Sí quiero tener relaciones sexuales”, “sí quiero ir al cine”. Y muy importante: no debe presuponerse.

- Libre.

No existe presión o manipulación para que alguna de las partes involucradas acepte, ni debe darse bajo influencias de alcohol, drogas o cualquier sustancia que pueda mermar la capacidad de decisión de una persona. Es decir, también debe ser consciente.

- Específico.

Sí, a veces nos cuesta trabajo ser específicos, pero podemos comenzar a practicar ser más vocales con lo que queremos, explica Flores. En este punto, Gruenberg abona que el consentimiento se restringe a una determinada conducta, ¿cómo es esto?

Entendámoslo con un ejemplo: cuando tienes relaciones sexuales con tu pareja y quieres explorar alguna práctica nueva, como BDSM, es necesario hablarlo, entenderlo y acordar qué sí y qué no se hará y, muy importante, en el momento de tener sexo, nada de salirse de los acuerdos a los que se llegaron y, si nos ponemos creativos, primero preguntar y tener la seguridad de que la otra persona está de acuerdo.

- Informado.

Debemos recabar información sobre lo que la otra persona quiere, le gusta. Sigamos con el ejemplo de BDSM: antes de proponerlo y antes de decir que sí, hay que saber de qué se trata, qué implica y, entendiéndolo, procesar qué sí estamos dispuestos a hacer y qué no.

- Reversible o revocable.

Este es un punto que puede costar trabajo entender (y, a veces, aceptar), pero el consentimiento puede revocarse en cualquier momento porque no es “un hecho puntual”, anota el abogado Chris Gruenberg.

Y Denisse Flores lo explica muy bien: creemos que nuestras relaciones son lineales, pero la vida no es así. Hay cambios de vida, de perspectiva, ¡hasta de gustos! Eso mismo hace que el consentimiento sea reversible y cambiante.

Entonces, teniendo en cuenta estas características, podemos ir entendiendo mejor la necesidad de los acuerdos, la comunicación clara, la asertividad y la escucha activa de la otra persona. Además, el consentimiento puede ser sexy también, ¿no crees? Aunque ese es un punto para un siguiente texto.

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