Opinión | Una huella compartida

Mi despertar de conciencia se fortaleció al entrar en Google . A lo largo de ocho años, cientos de ideas encontraron un lugar para florecer y mi conciencia social echó raíces. Fui voluntaria de Woman@Google ; mentora en Google for Startups; colaboradora en programas de educación para jóvenes y tomé la decisión de asumir el puesto de Country Manager de Waze (sí, también es parte de Google). Esta aventura me llevó a lanzar el primer programa de carpooling en México. ¿En serio? ¿Compartir tu auto con extraños en un país como México?

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Mi tarea fue probar que funcionaba, pero en el camino descubrí un mundo más grande: los modelos de economías compartidas y la economía circular. Sin embargo, cuando todo marchaba positivamente, llegó la pandemia, que detuvo el programa pero no los aprendizajes. En un ejercicio forzado, la pandemia nos ayudó a probar la importancia de eliminar autos del camino, y en los primeros meses vimos una notoria caída en las emisiones de dióxido de carbono. ¡Bingo! Somos el problema y la solución: nuestras acciones individuales tienen un impacto colectivo.

Históricamente, hemos dejado la tarea social y ambiental a las ONGs, pero ¿qué pasa cuando nos enfrentamos a una pandemia y las donaciones dejan de fluir? ¿Quién se ocupa entonces de los retos? ¿Es responsabilidad del gobierno? ¿Podrían las empresas jugar un rol activo? Mi espíritu godín me dice que sí, así que propongo tres ejercicios de autoconciencia que pueden hacer una gran diferencia:

1. Tú, como agente de cambio. Evalúa tu poder de influencia en cada uno de tus roles en la sociedad: como ciudadano, consumidor, empleador o empleado.

2. Tú, y el poder de tu voz como líder. ¿Eres un puente para generar discusiones sociales y ambientales?, ¿Tus decisiones solo premian el corto plazo o también el impacto en el largo plazo? ¿Usas tu voz para hacerte eco de las causas sociales y ambientales?

3. Tú, en tus decisiones individuales. Tu estilo tiene un gran impacto. Hay diversas páginas donde puedes calcular tu footprint de acuerdo a lo que comes, tu consumo de energía o tus hábitos de movilidad, etc.

Así que, ¿cómo comienza uno a desarrollar una relación con estas ideas? Incluso si nunca has reflexionado profundamente sobre tu relación con el diseño del futuro o explorado las dimensiones económicas, sociales o ambientales de tu vida personal o profesional, considera esto como una invitación a profundizar.

Cierro con una palabra que vive como la brújula de mis acciones individuales y en mi rol como una líder consciente: Ubuntu. Este concepto adoptado en Sudáfrica se refiere al respeto por uno mismo y por los demás, entendiendo que todos tenemos un vínculo humano universal, una interconexión que nos permite resolver problemas colectivos cuando estamos en sintonía. Yo lo traduzco a un simple “soy, porque somos”.

Como sucedió con el tráfico y la contaminación vehicular durante la pandemia, cuando suficientes personas adoptamos una perspectiva compartida y modificamos nuestro comportamiento individual, los cambios radicales pueden ocurrir, incluso en un corto período de tiempo.
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**Acerca de la autora: Durante los últimos diez años, Ingrid ha trabajado para empresas de tecnología como Google, Waze y Mercado Libre. Una maestría en Social Business and Entrepreneurship por parte de la London School of Economics le ha permitido profundizar sus conocimientos en el mundo del impacto, mismos que comparte en su rol como profesora y mentora de Google for Startups y en el comité de impacto de Endeavor.