Entre los países encuestados, los hombres alemanes se destacan como los más propensos a sentarse en el inodoro al orinar: el 62% afirma hacerlo siempre o la mayoría de las veces, mientras que solo el 10% dice nunca hacerlo. En Alemania, incluso existe una palabra, "Sitzpinkler", para referirse a aquellos que optan por esta forma de orinar. Por otro lado, en España, solo el 34% de los encuestados sigue esta costumbre.
En cuanto a los hombres mexicanos, son los más propensos, entre los países encuestados, a afirmar que nunca se sientan a orinar (36%). El 21% afirma hacerlo casi siempre o siempre. A pesar de que orinar de pie resulta práctico y rápido para algunos hombres, diversos estudios sugieren que es más saludable hacerlo sentado.
Aunque podríamos pensar que hay alguna relación entre los países que tienen una talla más grande y la práctica de orinar sentados, puesto que de esta forma es menos probable que se haga un desorden en el sanitario.
Normalmente los hombres eligen orinar de pie por cuestiones muy abstractas y relacionadas con su entorno como:
Tradición cultural: En muchas culturas, se ha establecido la práctica de orinar de pie como la norma socialmente aceptada para los hombres. Esto puede deberse a tradiciones arraigadas, creencias de masculinidad o roles de género predefinidos.
Mayor comodidad: Para algunos hombres, orinar de pie puede resultar más cómodo y práctico. Les permite hacerlo rápidamente, sin tener que sentarse o desvestirse parcialmente.
Higiene y limpieza: Al orinar de pie, se evita el contacto directo con el inodoro, lo que puede percibirse como una opción más higiénica y evitar posibles contaminaciones.
Sentido de control y autonomía: Para algunos hombres, orinar de pie puede brindarles una sensación de control y autonomía sobre su cuerpo, ya que pueden decidir dónde y cómo orinar sin restricciones.