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Descubre si padeces tecnoestrés

Un problema cada vez más común, pero que tiene solución.
lun 20 marzo 2023 10:00 AM
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Esto está llegando demasiado lejos.

La explosión tecnológica de los últimos años ha venido acompañada de grandes beneficios, pero también ha tenido serias consecuencias. Podría pensarse que el tecnoestrés es una de ellas. Por eso, uno no puede sino sorprenderse que el término realmente fue acuñado en un lejano 1984 por el psiquiatra Craig Brod para su libro Technostress: The Human Cost of the Computer Revolution. Su definición es, por consiguiente, más compleja de lo que muchos podrían anticipar.

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La palabra nace en una era libre de la hiperconectividad que rige al mundo contemporáneo. No había internet, correos electrónicos, ni mucho menos redes sociales. Tampoco celulares, ni streaming. Pero la tecnología avanzaba a pasos cada vez más agigantados y el término surge para plasmar la frustración de todos aquellos individuos que temen quedarse atrás por la incomprensión de los funcionamientos y los procesos. Algo comprensible ya que parecían destinados a convertirse en los eslabones más débiles de una cadena que no paraba de innovar. El uso del término, sin embargo, no ha parado de evolucionar desde entonces.

Hoy día, tecnoestrés es “cuando piensas: ‘me gustaría destruir la computadora’, eso es tecnoestrés”, asegura el psicólogo especializado en los efectos de la tecnología en la mente humana, Christian Montag, en declaraciones al Morning Express . “Se han realizado estudios que muestran cómo las hormonas pueden desencadenar golpes en las máquinas. Todos lidiamos con esto en nuestra vida diaria y ahora con las oficinas en el hogar tenemos muchos desafíos nuevos que crean estrés tecnológico”.

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El especialista se refiere a que la situación ya era crítica desde hace algunos años, en buena parte por la dependencia excesiva a las redes sociales, los videojuegos y el streaming, que ha desencadeno auténticas adicciones que apenas empiezan a ser consideradas como tal por las autoridades de algunos países. Todo se agravó con la pandemia, pues hizo que la conectividad se disparara y alcanzara prácticamente todas las esferas de nuestras vidas.

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Problemas que acompañan el tecnoestrés

El tecnoestrés nace de la frustración por la incomprensión, pero hoy la definición se complementa con la amplísima gama de problemas que pueden de la actual dependencia tecnológica. Como ejemplo pongamos las incontables videoconferencias en las que participamos diariamente: los videos en redes que muestran reuniones interrumpidas por los sucesos más improbables pueden parecernos graciosos cuando son vistos desde fuera, pero generan ansiedad en las personas que los padecen. A esto sumemos los fallos más comunes como puede ser una mala conectividad, los cortes de luz, exceso de ruido. ¡Incluso el fondo que aparece a nuestras espaldas genera inquietud en la actualidad! Y por supuesto, la fatiga de Zoom, que nos hace querer reventar cada que surge un nuevo encuentro online.

Si de fatigas se trata, ahí está la de decisión. Antes era un problema relativamente inusual, pero hoy se torna cada vez más común por el streaming. La oferta de las plataformas es tan amplia que decidir cuál será la próxima película o serie que ver se ha convertido en un suplicio para las nuevas audiencias, que en más de una ocasión terminan decantándose por a) algo que visto en incontables ocasiones en un modo de escape b) lo primero que les aparece sin siquiera prestar atención c) apagarlo todo sin ser capaces de elegir un título.

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No nos olvidemos de las adicciones digitales. Hay quienes consideran que esto no es más que una moda, pero recientes investigaciones han demostrado que la ansiedad por las redes sociales está relacionada con la autoestima y los más viejos deseos de pertenencia. Los likes, los comentarios o los nuevos seguidores son una especie de recompensa que nos hacen sentir bien. Caso contrario, la ausencia de estos puede generar depresión. Dilemas propios de un mundo que no se detiene ante nada ni nadie.

¿Te ha pasado? Quizá tengas tecnoestrés.

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¿Es posible combatir el tecnoestrés?

Difícil para el mundo en que vivimos, pero no imposible. De hecho, cada vez son más quienes lo hacen. El uso del llamado dumbphone, o lo que es lo mismo, del teléfono no inteligente, va en aumento, ya que sus funciones más básicas obligan al distanciamiento de las redes sociales. A esto sumemos que el pico de las llamadas streaming wars parece estar pasando, con los usuarios eligiendo una, dos o tres plataformas que mejor les convenga, y desechando todas las demás, lo que hace que la elección de títulos sea más sencilla.

En cuanto a otras tensiones se refiere, cada vez hay más estudios al respecto. Los resultados son concluyentes: la mejor manera de combatir la hiperconectividad es mediante la desconexión. Es importante establecer reglas en casa que apliquen para todos y que inviten a un consumo razonable de la tecnología. Como ejemplo se puede regular el tiempo en el uso de dispositivos, no usarlos en horas familiares como pueden ser las comidas, o apagar los celulares a partir de una hora. ¡Hay muchas apps que pueden ayudarte a lograrlo!

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Como es probable que esto te genere tensión en las primeras semanas, es importante buscar actividades que puedan ayudarte a combatir la ansiedad. Las hay de todo tipo, como pueden ser caminatas, ejercicio o meditación. También la potenciación de aficiones como pintar, escuchar música, tocar un instrumento o comenzar un pasatiempo. Y claro, uno que siempre funciona, reuniones presenciales con familiares/amigos.

En los casos más graves, cada vez hay más clínicas que ayudan a enfrentar estos nuevos males.

Combatir el tecnoestrés es difícil, pero es posible con perseverancia y esfuerzo. De la persona afectada y quienes le rodean. Lo más importante siempre es recordar que somos nosotros quienes tenemos control de la tecnología y no a la inversa.

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