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Los globos estratosféricos ¿por qué en Estados Unidos les preocupa tanto?

Y lo más importante de todo: ¿son una tapadera para un problema mayor?
sáb 18 febrero 2023 02:00 PM

Las miradas del mundo han estado concentradas en el cielo durante los últimos días. Esto luego de que el gobierno de los Estados Unidos detectara una serie de globos estratosféricos en distintos puntos del continente, lo que incluye México. La noticia que resonó con fuerza en los principales medios del mundo detonó la pregunta obligada: ¿qué son los globos estratosféricos?

La respuesta es relativamente sencilla. Tal y como su nombre lo indica, son globos diseñados para operar en la estratósfera, una zona de la atmósfera ubicada de 15 a 45 kilómetros de altitud. Un área complicada ya que es demasiado baja para los satélites, demasiado alta para los aviones y demasiado rápida para los cohetes.

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En una situación normal, estos aparatos no representan mayor problema. Suelen estar hechos de plástico ultrafino, sus interiores se rellenan de helio, hasta que adquieren la forma de una lágrima invertida cuya longitud deambula por los 90 metros. Casi siempre están complementados por canastas que transportan todo tipo de herramientas relacionadas con diversos estudios científicos. Son, en otras palabras, clave para la investigación.

Pero no todo es perfecto. La naturaleza de estos objetos, virtualmente imperceptibles para el ojo humano y sobre todo para los radares, también ha propiciado su uso para el espionaje. Es precisamente por esto que las autoridades estadounidenses se han puesto tan nerviosas al descubrir que los globos en cuestión eran de procedencia china. El gigante asiático, por su parte, argumentó que los norteamericanos han hecho lo propio en numerosas ocasiones, lo que fue negado rotundamente.

¿Globos o alienígenas?

Mientras México y otros países de América Latina levantan sus ojos al cielo en busca de globos espía, Estados Unidos ha tomado medidas drásticas con un recalibrado de sus radares más sensibles. Esto con el fin de detectar objetos más pequeños, que sobrevuelan más alto y que se mueven a velocidades distintas a las de los aviones. O lo que es lo mismo, para saber si hay más globos estratosféricos chinos o de otros territorios en su espacio aéreo.

Buena parte de estas operaciones han sido tratadas desde el más absoluto secretismo, pues los hallazgos podrían desencadenar severas crisis diplomáticas con una potencia de talla mundial. Esto ha provocado indicios de histeria colectiva con numerosas personas sacando sus propias conclusiones en torno a lo ocurrido. Una de las opciones más sonadas: los extraterrestres.

¿Han notado que en los últimos días es común escuchar sobre derribamientos de OVNIs o FANIs como recientemente han sido llamados por las autoridades estadounidenses? Algunos de los videos grabados por el público como evidencia muestran cubiertas plásticas liberando gases en la caída. Spoiler alert: no son los aliens vistos en ¡Nop!, sino globos estratosféricos. Pero más allá de cualquier espionaje, hay quienes creen que el reciente auge de estos objetos voladores no apunta al cielo, sino al suelo.

¿Alguien dijo teorías de conspiración?

Espías y extraterrestres. Una fórmula ganadora para los amantes de las teorías de conspiración. Más aún cuando su actividad coincide con uno de los peores accidentes sucedidos en toda la historia de los Estados Unidos: el descarrilamiento de un tren que transportaba un químico altamente tóxico.

El incidente ocurrió en East Palestine, cerca de la frontera entre Ohio y Pensilvania, el pasado viernes 3 de febrero. El material en cuestión es cloruro de vinilo, un compuesto usado para la fabricación de plásticos como revestimientos de cables o materiales de embalaje, y que además de inflamable, puede representar graves daños a la salud como pueden ser lesiones en la piel, problemas de circulación, alteraciones en el sistema inmune y afectaciones al hígado. Por si esto no fuera suficiente, su contacto con agua y tierra puede resultar en otras sustancias peligrosas. La situación es tan grave que algunos medios del mundo han etiquetado lo ocurrido como el Chernóbil del siglo XXI.

¿Son los globos estratosféricos una tapadera o una desafortunada coincidencia? Quizá nunca lo sabremos. Pero ahora que nuestras dudas en torno a estos equipos han sido resueltas, y sus confusiones con los Fenómenos Atmosféricos No Identificados han sido aclaradas, es tiempo de dejar atrás las conspiraciones para voltear hacia un incidente que merece toda nuestra atención.

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