Para los defensores de los derechos humanos, se trata de un abuso de la tecnología que desata temores de que socave la privacidad y se convierta en una herramienta de control desde Estados Unidos a China.
"Cuando los ricos y poderosos son libres de usar reconocimiento facial para rastrear a los ciudadanos, todos estamos en riesgo", dice Albert Fox Cahn, director ejecutivo de S.T.O.P., una organización sin fines de lucro que lucha por la privacidad.
"Este es un escalofriante ejemplo de lo mezquinas que pueden ser las represalias", dice a la AFP.
En octubre, Barbara Hart y su marido se dirigían a sus asientos en el MSG en ocasión de un concierto de Brandi Carlile para celebrar su aniversario de boda, cuando los agentes de seguridad los pararon.
Cuando los ricos y poderosos son libres de usar reconocimiento facial para rastrear a los ciudadanos, todos estamos en riesgo
Las entradas estaban a nombre de su marido y los agentes dijeron su nombre sin siquiera haber visto sus documentos de identidad antes de expulsarlos, asegura.
Hart, abogada, cree que la seguridad utilizó tecnología para comparar su rostro con una foto de la página web de su bufete, implicado en una demanda contra la empresa MSG Entertainment, del mismo grupo que el Garden, pese a que ella no trabaja en el caso.
"Fue desconcertante y perturbador. Intimidación con herramientas sofisticadas", dice la abogada de 62 años a la AFP.
Al menos, cuatro abogados fueron expulsados de la sala de espectáculos porque sus bufetes están inmersos en una disputa legal con MSG Entertainment.
Kerry Conlon dijo al New York Post que le habían prohibido entrar en Radio City Music Hall en noviembre con su hija de 9 años.
Otros dos abogados declararon a medios locales que se les negó la entrada al MSG para ver a los Knicks y a los New York Rangers.
MSG Entertainment, del multimillonario James Dolan, dijo recientemente que "impide a los abogados de bufetes que mantienen un litigio activo contra la empresa asistir a eventos en nuestros locales hasta que se haya resuelto el litigio".
La fiscal de Nueva York, Letitia James, advirtió el martes que esa política "puede violar" la legislación neoyorquina.
Senadores del estado propusieron esta semana reforzar la ley 1941 que prohíbe "la denegación injusta de admisión" a personas con entradas válidas a los espectáculos.